A quien corresponda:
Por medio de este conducto me hago responsable de lo acontecido. Actus non facit reum nisi mens sit rea.
Maté a un hombre encerrándole tras una vidriera, obligándole a ver reflejos de colores hasta delirar de lo real. Acuchillándole con sueños y anclándole a una realidad vacía.
Maté a un hombre sin violencia, volviéndole loco. Solía gritar en susurros que no aguantaba más. Le asfixié durante años hasta que exhaló por última vez sus últimas palabras.
Maté a un hombre rajando los lazos que le ataban a otras personas. Alejándole de todos y aislándole de los pocos recuerdos que aún permanecían vivos.
Maté a un hombre torturándole, haciéndole dependiente de las voces de su cabeza, enganchándole a sus remordimientos. Ni la fuerza bruta, ni la resistencia impuesta pudieron salvarle.
La ilusión del indulto murió cuando los cristales dejaron de reflejar colores, y se volvieron tenues hasta apagarse. Antes, observó su reflejo e imaginó lo que sentiría si toda su vida se rompiese.
Y así, maté a un hombre, obligándole a dejar de vivir.
Atentamente,
Uno de muchos.
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