Miré mi vacío, encontrándome con la nada. En otro lado, una luz moribunda, atrevía a asomarse. Ella no me llamó, yo seguí mirando mi vacío, allá. Me encontré con él, en él. Fue mi compañía, y no lo veía, no lo sentía. Fue mi aliado, todo era negro, todo era blanco, todo era nada. Mi respiración, él se la llevó, mi felicidad, él la borró.Vacío malvado, no me deja ser feliz, no me deja respirar.Yo lo acaricié, él me acarició, lo negué. Miro la luz, cada vez más brillante, asomándose más, sin timidez, con fuerza. Sentí su calor, sentí su vida, respiré. Sentí felicidad, y viví.
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