Filosofía de madrugada

Amanece y yo, agotada por una noche de insomnio miro de nuevo el reloj. En esa larga noche he tenido tiempo para repasar los acontecimientos del día y los sentimientos que los han acompañado y, como buena mujer, también he imaginado alternativas para situaciones que ya no tienen remedio. Después, en algún momento, mi mente ha empezado a pensar en todo lo que debería hacer en cuanto me levantara y en los encuentros y relaciones que iba a tener que sobrellevar. Pero, en el intervalo entre una y otra cosa, al inicio de la madrugada, que es mi habitual momento para viajar por las preguntas profundas a las que generalmente no respondo, he empezado a repasar las noticias de actualidad desde otro plano:” ¿Por qué alguien arranca una puerta con un graffiti de una discoteca donde hubo un atentado?, ¿Qué necesidad hay de llenar las calles de banderas?, ¿y los balcones?, ¿Por qué se han profanado las sepulturas de conocidos políticos?, ¿Qué sucede con el Valle de los caídos?, ¿y con las cunetas?, ¿ Por qué se mata a las mujeres?, ¿Por qué la gente se llena de camisetas, bufandas y gorros en los partidos de sus equipos?, ¿Por qué necesitamos el último modelo de coche?, ¿o el móvil de última generación?, ¿o irnos de viaje al lugar más exótico y lejano que podamos encontrar?, ¿o estar con la chica más guapa del lugar o con el chico más musculoso?, ¿o realizar procesiones?”…La respuesta es obvia, HABLAMOS DE SÍMBOLOS que trasmiten ideas sociales de atracción, pertenencia, elitismo y poder. Nada de ello es biológico ni está incluido en nuestros genes ni es necesario para la supervivencia de la especie así que …SE APRENDEN EN EL GRUPO SOCIAL. El antropólogo Sahlins define la simbología como un proyecto social total, creado por un grupo, para unir a los componentes del mismo y para diferenciarlos del resto. “ Pero, ¿por qué hay que ser únicos?, ¿quién lo decide?, ¿cómo termina convirtiéndose en eso…en algo tan importante en el grupo social… en un símbolo?”.

Inmediatamente, tras una nueva vuelta en la cama, han llegado otras preguntas : “ ¿ Por qué las personas se muestran dispuestas a morir o a matar por sus símbolos?…si sólo son “ cosas” si las despojamos de su significado, ¿ por qué la necesidad de imponer a los demás nuestros símbolos?¿… por poder, porque somos los mejores, los más válidos, los más fuertes y los más guapos?…¿por asimilación, para que “ los otros” dejen de darnos guerra con sus símbolos?, y lo que es peor, ¿ por qué tienen para nosotros tanta importancia como para considerarlos “ nuestros”, como si formaran parte de nuestros seres más queridos?” .

¿Por qué nos negamos a revisarlos y los consideramos leyes divinas?…Si nos detuviéramos un poco y pensáramos sobre ello quizá descubriríamos que las banderas sólo son telas de colores, los himnos son piezas de música, losmuertos de todos los bandos merecen el mismo respeto, las mujeres y los hombres son igualmente valiosos, la existencia de los equipos de futbol y la comida diaria se utilizan para suavizar los conflictos sociales, los coches y los móviles sólo son objetos y las chicas y los chicos hermosos y musculosos también tienen “ cerebro” y además envejecen … y las procesiones …el opio del pueblo según Marx…sólo son rogativas a dioses más o menos aceptados.

Si los despojamos del significado que les hemos atribuido, los símbolos pierden toda su importanciaen nuestra vida habitual y nuestras pasiones se verán menos dirigidas desde las posibles manipulaciones que siempre existen.

En ese momento suena el despertador, lo miro y reconozco otro símbolo de nuestra sociedad industrializada y capitalista que funciona a golpe de reloj. Suspiro y me pongo en pie mientras pienso que no ha estado mal la noche…después de todo he reflexionado mucho… aunque ahora no sería capaz de reproducirlo- concluyo mientras un escalofrío me recorre al primer contacto con el chorro caliente de la ducha.