El privilegio de volar

Quizá no era el mismo aquella mañana, quizá no entendía muy bien porque volabas y yo no. Era difícil comprender que en aquella selva de concreto, el silencio emitía un sonido extraño, y si, era el sonido del corazón latiendo fuerte, conjugando así un deseo enorme de tomar impulso y emprender un vuelo sin rumbo fijo.

Despegar mis pies de la tierra en una tarde cualquiera, en un amanecer de bruma espesa o porque no decirlo al anochecer cuando el búho y la lechuza emprenden su camino por los aires. No entendía porque volabas tan alto, pero si comprendía que tenias un privilegio envidiable para mi y ese no es mas que ser libre, no es mas que tener el privilegio de volar.

A mi parecer solo había un consuelo leve,una paciencia que en lo secreto brotaba, pero que a su vez me jugaba una mala pasada,pues las lagrimas empezaron a raspar mis mejillas y no hay nada mas amargo que las lagrimas de un hombre. Volaste! si, pero por muy alto que vuele y se eleve el águila siempre regresa a su nido con precisión. Es necesario vivir, es necesario morir un poco, es necesario renacer una y otra vez y mirar a lo lejos como las aves disfrutan de su vuelo,como ellas aprenden a manejar su libertad, a mirar como con valentía emprenden su camino por el aire, y disfrutan del privilegio de volar ,de ser libres y ser valientes.

Quise correr y detenerte,pero cada quien enfrenta el destino que le toca y al igual que las aves, te fuiste perdiendo en el firmamento mientras la sombra de tus alas eran solo eso, sombras y nada mas. Sentí a mi parecer que yo también tenia alas, me consolaba saber que al final del camino,yo al igual que tu en algún momento podría volar, solo que en aquel instante mis alas estaban pesadas como el mas duro concreto.

Hay quienes afirman que el tiempo no es amigo de nadie, que viaja y no regresa, para mi fue mi gran aliado, un gran cómplice que cobijo con creces tu ausencia.

Privilegio de volar, de amar y aunque no lo creas tambien de esperar.