Escuché sus gritos, una y otra vez, un día tras otro
Allí estaba, sentada en su trono…..y me gritaba¡¡¡
Cuando veía que bajaba mis defensas……se asustaba, y en ese momento
gritaba más fuerte, con un ruido ensordecedor y molesto.
Entonces ocurrió…….
Quería que se callara…..y, me dejara en paz….
Fué entonces cuando la cuestioné….
Esa otra parte de mí….ya, no la aguantaba más
Esa parte rebelde, poderosamente poderosa de niña,
Sintiéndose la protagonista de su propia batalla Épica, se atrevió a cuestionarla.
Todos esos gritos….demasiado ruido….la despertaron de su propia jaula de grillos.
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