Fragmentos: Tres soledades y besos de luna

Fragmentos: Tres soledades y besos de luna

CR ADRIANNO

13/01/2019

El encuentro fue al momento. Lo vio directamente a los ojos por vez primera. Al llegar a ese lugar donde hace muchos años un caballero negro destruyó una montaña con su espada.

-¿Cuál es tu nombre?- Preguntó Lumier quien buscaba todas las respuestas.-Tú me conoces como: caballero oscuro- respondió el hombre.

Solamente somos una expresión momentánea de la nada.

La soledad está en todos lados, es omnipresente. Está en todas direcciones, en todas formas y fuerzas existentes. Hay soledad incluso donde hay amor. La diferencia entre la presencia del amor y la soledad es que, a decir del amor puede existir donde sea, siempre y cuando haya alguien que ame. Por otro lado la soledad existe aunque no haya alguien que se sienta solo, sin embargo el amor acaba de un momento a otro mientras que la soledad permanece antes, durante y después de todas las cosas. Después de todas las cosas viene la soledad. Algo muy importante es saber que, si acaso uno encuentra la forma de amar su soledad, dicha soledad no terminará ni será un peso extra con el cual cargar sino más bien una compañía que te ayude a pasar el tiempo, como tu sombra, como tus sueños.

Lo primero que ha existido es la nada. El principio de todo es la nada. Pero incluso ella generó algo que toda existencia posee muy dentro de sí, su soledad. En ese momento al crearse la soledad absoluta fue necesario mantener el equilibrio entre las dos fuerzas ya que, cuando la soledad es demasiado grande capaz de cubrir a su complemento se convierte en oscuridad y luego en abandono, provocando la extinción de la existencia. Por lo tanto para evitar caer en esa situación, la nada junto a su soledad, corrompió su existencia generando la idea. Esta idea se acomodó como la esencia que da sentido a lo físico de lo no físico creando una realidad absoluta de la no absoluta. Una realidad tanto física como del pensamiento lejos de la impensable existencia de la nada. Esta idea se definió a sí misma como la realidad absoluta, el lado opuesto de la soledad, el extremo contrario de la nada, el equilibrio, la vida. A este punto existían un infinito: la nada; un principio: la soledad; una idea: la realidad absoluta; todo esto dio un resultado impensable: la esencia de la existencia, la vida misma. Siendo la soledad el equilibrio entre las otras dos. Sin la soledad la idea no existiera y la nada abarcaría la realidad vacía no física e impensable.

Por consiguiente, la relación entre la soledad y la realidad generaron dos elementos definitivos: Motivo (creación), causa (movimiento). Siendo el primero todo lo positivo y lo segundo todo lo negativo. La causa, como amenaza, impulsa al motivo y a sus razones de creación dando como resultado a las especies y en sí a la naturaleza entera asegurando el ciclo de la vida y la existencia de la realidad definitiva: la vida, en equilibrio con los otros principios siendo esto en sí, el universo entero.

En primera instancia piénsate como un algo. No te pienses como alguien. No te pienses como un individuo, un contenedor de capacidades. Capaz de pensar, de crear, de destruir, de mover, de amar. No te compares al poner límites a los algos que te rodean. Piénsate como algo lejano de todo, desconectado de las realidades, comprende tu realidad y al hacerlo genera un vínculo con la realidad de otro algo. No pretendas entender su realidad, respétala. Genera un límite distancial no comparativo. Mantén el vínculo y convive. Genera más vínculos y haz lo anterior. Cuando hayas entendido que hay existencia de otros algos y sus realidades, pregúntate ahora qué es ese algo que eres tú, entonces conoce tus capacidades, no para limitarte no para compararte sino para complementar el entendimiento de tu existencia como algo en una realidad, tu realidad. Así sabrás que puedes llamarte un alguien.

Un alguien es un algo que comprende sus capacidades dentro de una realidad, la suya. Respeta los vínculos y existencias de otras realidades de otros algos o alguien, sin comparaciones ni limitaciones. El alguien es el final del camino de un algo que llega a conocerse a sí mismo y se reconoce tal cual un alguien que vive existiendo en vínculo con otras realidades. Un algo es una existencia que puede o no tener una finalidad o capacidad pero nunca será capaz de reconocerse y vincular con otros algos o alguien.

La soledad y el abandono son cosas muy distintas. La soledad es algo que todos los seres vivos temen pero, es algo que es inherente a la existencia y nos acompaña a todos en nuestra realidad. La soledad está antes, durante y después de todas las cosas. Sin el sentimiento de la soledad no existiríamos y tampoco tendríamos la capacidad de ser felices pues es el equilibrio entre la vida, la oscuridad y la nada. Pero cuando no existe un equilibrio entre la soledad y la vida, la soledad se agranda y cubre nuestra existencia convirtiéndose en oscuridad que nos consume lentamente hasta que termina desapareciéndonos por completo. Posteriormente esa oscuridad llega a un punto de donde es imposible escapar, cuando ha llegado a un grado muy alto la oscuridad se convierte en la nada y esa persona que se dejó consumir queda varado en el olvido. No obstante, es posible volver de la oscuridad y equilibrar la soledad con la existencia, pero no es posible escapar de la nada cuando ya estás en ella.

Él lo sabía. Lo supo todo el tiempo pero no quiso decírmelo. Yo tenía que comprenderlo por mi propia cuenta y donde quiera que esté mi amigo, el caballero oscuro, del silencio, de la soledad y de la oscuridad, donde quiera que esté mi amigo Ónnar el hombre, quiero que sepa que por fin lo he entendido, la única forma de volver de la nada y disipar la oscuridad…es el amor.

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