AYUDA

Y me perdí en el verde laberinto

con la pequeña estrella de la aurora

acunada por el paso que escora

como él, gran borracho de vino tinto.

Al sendero tropecé con Ulises

tocando perdido la pandereta

al ritmo loco de la tierra inquieta

ignorando los talones de Aquiles.

Y del camino no elegido supe

,como aquel querido poeta hastiado,

que se perdió para siempre en el tiempo.

Y la única memoria que retuve

,como la axila de sudor mojado,

su sonrisa, los árboles y el viento.

VAZADOR

La noche de ayer vino a visitarme

la muerte, una mujer de pelo largo

que llevaba un vestido blanco, largo,

tan solo sonreía, sin mirarme.

Era ya una anciana de rostro arrugado

ajada por el paso de la luna

que se balanceaba con la cuna

donde duerme el niño tan deseado.

Me acompañó hasta el borde del abismo

mas allá del final del universo

donde queda la terrible agonía.

Me dejó solo un instante, el mismo

tiempo de luz que pensé en este verso

me dejo solo la melancolía.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS