Tarde de domingo
La luna llena asoma en el telar azul
amarillosa a medio tono
como una bombilla ya muy usada,
alrededor, un séquito de nubes
grisáceas, aburridas, casi somnolientas.
La quietud de la tarde dominical
apenas es interrumpida por ráfagas de aire
que mecen las frondosas capas de las ceibas.
Insinuante, una música de flauta resuena en el espacio,
melodías orientales levitan sobre los tejados.
La tarde en tránsito hacia la noche
es difusa y borrosa
como un fragmento de tiempo en pausa.
Lo momentáneo, de pronto aparece eterno
la puesta en escena de la vida
se atisba suspendida.
Todo el universo comprimido en un solo cuadro
lugar común de la existencia.
En el horizonte, nada se mueve
excepto, en los bloques de cemento
que adheridos a la tierra conquistan las alturas
diminutas luces incandescentes iluminan los refugios de concreto
por cuyos espacios, aparecen y desaparecen siluetas humanas
al compás de un ritual cotidiano, en una tarde de domingo.
La quietud inunda la atmósfera
pero en esas cajas de ladrillos
los seres se desplazan como hormigas
que marchan en áridas tierras.
Van y vienen, como si realmente se ocuparan de algo
como fichas de ajedrez que pasan de un lugar a otro
movidas por una mano invisible.
La tarde dominical avanza a paso de tortuga
la luna como una luciérnaga
salpica de luz la naciente noche,
los vientos alisios refrescan el tedioso aire
pesado y bochornoso.
Al fondo, la flauta alza su canto
compite con el ruido de los autos
que dominantes, atraviesan las calles.
Las montañas, como delineadas por un pincel
Se vislumbran ingrávidas y distantes.
Las voces de los seres irrumpen en el aire
ladridos de perro emergen de las casas
la oscuridad arropa todo con su velo negro
mientras las siluetas continúan danzando en sus pequeños palacios.
Hay una batalla entre la quietud del cielo
y el frenesí de las siluetas
que rodeadas de objetos
delinean otro mundo, otro universo.
La luna se hace sentir con más fuerza
la flauta aumenta su canto
los perros ladran con ímpetu
una bocina de auto se oye estruendosa.
En la grisácea tarde de domingo
todos reclaman su lugar.
Ilusión
Te veo imposible, distante
y sin embargo, allí estás
habitando mi deseo
en todo cuanto me circunda.
Allí está tu presencia
absoluta, imaginada
colmando este vacío
llenándolo de fantasía
Uusurpando mi realidad
esa que no quiero admitir.
Eres tú esa ilusión
fuente de goce incompleto
que me fragmenta trazo a trazo
haciéndome un reducto
de la fantasía en que me habitas.
Voces vecinas
En estos tiempos modernos
de productividad desenfrenada
algo de nosotros queda reducido
A su mínima expresión.
Ese algo que está atrapado
detrás de una cara amable
grita con sutil fiereza.
Se arropa en nuestras entrañas
lo escucho dentro de mí
y trato, casi inútilmente, de apaciguarle.
En la profundidad de las noches
cuando las salamandras levantan su canto
escucho ese algo, tras puertas vecinas.
Un hombre golpea la pared y llora atribulado
alza un lamento que se clava en la nada.
Del piso de abajo, una mujer enigmática
de pronto empieza a hablar,
su voz agitada algo reclama
con ritmo y cadencia
aumenta su grito
no se detiene buscando querella.
Ese algo lo escucho en mí
y tras puertas vecinas,
es voz de hombre y mujer
y pasa de puerta en puerta
envuelve lo humano
y algo misterioso recuerda.
¿Y si converso con el dolor?
¿Y si converso con el dolor?
Y lo miro directo a la cara
y si lo convenzo
de dejarme ser, o al menos
regular sus dosis.
¿Y si le pido que se olvide de mí?
aunque sea por unos días
y que después vuelva de a poco,
en cantidades mínimas.
¿Y si caminando junto al río
me detengo a hablar con él?
lo seduzco y a él me entrego
y en el ajetreo del goce
cuando sus armas haya bajado
lo engaño y lo amordazo
y exulto de placer
lo atenazo hondamente
y le dejo agonizante.
Hoy Conocí lo humano
Hoy conocí lo humano
en un rostro de desesperanza
no me sorprendí
conocí el mundo de los mortales
en lo efímero, lo temporal
vi sus ojos engañosos
tras la máscara
llenos de duda y artimaña
confundidos y azarosos.
Me vi en el rostro de un semejante
en un reflejo de grima y chanza
tan bufón y postizo
investido de solemnidad
mentiras teorizadas
razones sacramentadas
tramas urdidas hasta la raíz.
Hoy me encontré con lo humano
y lo observé en silencio
sin juicio de valor
le miré a los ojos
como a un viejo conocido.
Escuché sus mentiras
encubiertas en metódicas cláusulas
sus conspiraciones solapadas en elaboradas argucias
lo sentí tan familiar, y a la vez tan ajeno
hoy, comprendí lo humano.
Existo
Camino
y apenas hoy soy consciente de ello.
Cuerpo que habito con palabras
pensamientos cual caja de resonancia
ecos de un ser primitivo
Originario.
Voluntad infinita que me arropa
inagotable como la materia
deseo que surge al compás de la vida
enlazado con el otro.
Instinto
Pulsión
Conciencia
Triada primigenia.
Estrella del Oeste
Aquí estoy yo estrella del oeste
tú en la alta cumbre
yo anclado a la tierra
tú resplandeciente y llena de candor
yo meditabundo, advenedizo
a ti no te devienen pensamientos ni pesares
solo ardes, mientras yo opaco, sorteo mis trampas
y busco luz en medio de la niebla.
Allá estás tú, rebosante de silencio
acá estoy yo, colmado de pensamientos fútiles
palabras que van y vienen
creando fantasías que parecen realidades.
Tú estrella del oeste solo existes
mientras yo, trato de existir
eres tan natural
yo tan artificial
tu tan eterna
yo tan efímero.
Espejo Tecnológico
En el marco luminoso
se ven los rostros sonriendo
cientos, miles, millones
perlas blancuzcas sobresalen
acto desprovisto de autenticidad
importa la mirada del otro
sobre la propia misma.
Ajenas a sí mismas
se superponen las sonrisas
como en una galería
de máscaras variopintas.
Eran tiempos
Eran tiempos modernos y ellos vivían en el pasado
eran tiempos globalizados y ellos no salían de su localidad
eran tiempos de éxtasis y ellos vivían en suma tranquilidad
eran tiempos tecnológicos y ellos no salían de su artesanía
eran tiempos de poder y ellos solo se sabían capaces de vivir
eran tiempos de consumo y ellos solo extraían lo que la tierra les daba.
Eran tiempos de ilusiones y ellos solo se refugiaban en la esperanza
eran tiempos de conocimiento y ellos solo aprendían de su experiencia
eran tiempos de derroche y ellos todo lo tazaban
eran tiempos de lujuria y ellos vivían en la más placentera mesura.
eran tiempos de locura, y ni las circunstancias ni las dificultades les hacían perder su compostura.
Entre mar y cielo
En esta indecisa tarde de sol y nubes
unas abejas se han disfrazado de compañía
revuelvan en un reducto de mi balcón
mientras mis pensamientos están contigo.
Al fondo, las nubes se interponen entre tú y yo
desafían mi mirada que deseosa
te busca al final del horizonte.
La tarde es quieta y silenciosa
y entre hilos de viento me llega un susurro,
es tu nombre traído desde los valles
entre el mar y el cielo ha trasegado
tu nombre pronunciado por otra voz,
la voz de la lejanía que hincada entre nuestros cuerpos
nos hunde en el anhelo de ardor pasional piel a piel.
Este día se llama ilusión y deseo
y está colmado por tu rostro fulgurante
que se refleja en los caminos lejanos
hacia la cordillera andina
mi ilusión alza vuelo hacia la lejanía
mientras unas abejas llegan a mi balcón.
En el balcón
En el balcón de casa constaté
Mi habitar en este mundo fugaz
Mi pertenencia a lo natural
Al todo integrado
La existencia del otro
Nuestras búsquedas humanas
El tranquilo transcurrir del tiempo
El sereno cielo
La irrupción del dispositivo como otredad
El afán de movernos de un lugar a otro
El tibio viento
El húmedo techo
El sigilo de un gato
El imperceptible vuelo de un insecto
El límite entre el día y la noche
La voz humana, candente y acogedora
El motor que ruge
El comercio, corazón de todo
El barrio, trinchera y refugio
El hogar, que guarece como el vientre materno
La juventud, ilusión de lo eterno
La soledad, disfrazada en un par de carcajadas
La vida, en un soplo de segundos
El vacío que nos abraza.
Cómo sobrevivir a los días
Levántese a la mañana con un buen pensamiento
al despertar deléitese con los poemas más dulces
piense en alguien que lo deje sin aliento
mire a ambos lados al pasar los cruces
póngale a sus días todo el condimento
respire profundo para que no se le vayan las luces.
Entienda que el trabajo cansa pero anima el alma
Kundera o Yourcenar en las escasas pausas
póngale a todo emoción, pero no pierda la calma
luche por lo suyo, pero no muera en las causas
tener poder o ser feliz, mírese su palma
o tal vez dinero quien sabe, piense bien mientras anda.
Alterne las tiendas de ropa con las librerías
hay que ser profundo, pero lo banal deleita
vaya al grano en lo que diga, evite palabrerías
una buena música, salsa o clásica, el alma le ambienta
con el mundo decente y con los amigos diga groserías
los viernes cada quince, váyase de fiesta.
En las amarguras desate su imaginación
mire una película de amor pero no se extienda
a toda costa evite la enajenación
lo que usted desee puede ser, espero lo entienda
galope en fantasías, pero evite la aberración
compre un chocolate espeso en la más próxima tienda.
Guarde un poco de dinero bajo del colchón
no lo gaste todo, pues las flacas llegan
mire las estrellas bajo su portón
si las penas vienen con vino se queman
acérquese al que escucha y evite al bocón
búsquese una historia, en las que se besan.
Sepa que el amor, aunque escaso existe
entréguese del todo cuando sienta chispa
venga yo le digo, esto no es un chiste
y si no se pudo, con otro se enlista
cante, escriba, baile o pinte
o si lo quiere, salga de conquista.
Haga caso a Kafka y también a Nietzche
forje su carácter, desate su Pasión
tenga disciplina y permítase un desliz
cuando esté en la ducha saque una Canción
en los despechos, es mejor el ron que el trago de Anís
llore lo que quiera pero siempre en Acción
si el vacío toca a su puerta no le haga cerviz
escúchele en detalle y no caiga en depresión.
En los días grises, libreta y esfero
y que por dentro, su alma se encienda
juzgue a las personas con el mismo racero
de sus ojos quite esa vieja venda
mírese por dentro, si hay aguacero
cierre sus ojos y respire, pero nunca se ofenda.
Ya lo sé, la vida es agitada
y si no lo aprende, la tristeza le llega
que de los malvados, no sea usted carnada
enfrente la vida, y lo que ello conlleva
ya lo sabe pues amigo y camarada
Nada de creer en Adán y Eva
disfrute la vida, que va de pasada.
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