Melodía que te mueves dentro de mí, como una graciosa bailarina.

Siento tus suaves movimientos y te visualizo como una luz.

Produces saltos en mi corazón que aceleran el despertar de mis emociones.

Tranquilizas mi mente, dominas mis pensamientos… conforme penetras en mí.

¡Quién sintiera cómo oprimes mi pecho! ¡Cómo inundas mi alma!

Tus movimientos se convierten en cascadas que fluyen desbordantes por mis ojos.

Siento como me vacío con cada gota que resbala por mi rostro.

Suave agonía que purifica mi alma, me libera.

Eres el viento que refresca mi interior.

¡Melodía no dejes de sonar en mí, porque si lo haces yo pararé de soñar!

¡Mis sueños morirán ante mi mirada y yaceré inerte ante la vida!

¡Danza! ¡Danza mi musa! ¡Inquiétame! ¡hazme estallar!

¡Siento como me transformo en un volcán el cual no para de explotar!

¿Qué haces en mí que me motiva a bailar, amar, a escribir?

Tomas mi vida. La arrancas sin piedad de mi alma por un instante y me la devuelves en otro sin inmutarte.

Te llevo dentro, te siento por mis venas.

Me haces creerme Pablo Neruda, García Márquez. De quienes también fuiste la causante de tan bellas emociones.

¡Me inspiras a plasmar, las más majestuosas creaciones que surgen de mi alma!,

¡Me haces estallar de alegría! ¡Desear la vida!

Asombrosa forma tienes de manipular, de hacerme pasar de la nostalgia a la felicidad.

Melodía que estremeces mi interior ¡No dejes de hacerlo nunca!.

Si faltaras en mi vida, ¿quién sería yo?, estoy hecha de ti,

de las notas más suaves que sacan los más hermosos acordes.

Tocas mi cuerpo como un instrumento y fluye de mi esencia la armonía.

Soy parte de la danza de la vida con la que juegas a crear una obra musical.

¡Melodía no pares! ¡Continúa moviéndote permanentemente en mí!,

¡Siento el cambio! ¡Siento el crecimiento! ¡Recuerdo quien soy!

¡Fluye la calma en mí! ¡Vibro de entusiasmo y valor!

¡Me convierto en una nota perfecta! Soñadora y pura.

¡Surge en mí el empuje para convertirme en el ritmo de mi propia vida.!

En la escritora de mis sueños. ¡Ahora me siento con la fuerza de emprender un nuevo rumbo!

Me posesiono en el pentagrama de la vida. Tomo mi lugar. Empiezo a fluir. Me vuelvo ritmo.

¡No hay dudas! !Ahora entiendo¡

Melodía… !Yo soy tú¡ ¡Tú eres yo! ¡Yo formo parte del todo!

Soy la nota perfecta, que sale del instrumento, que es tocado en la orquesta de Dios.

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