Antes que el hombre Eva decidiste

Y en el huerto la historia que te encuentre

La humanidad de ser mujer tú preferiste

Y el dolor de crear vida en tu vientre

¡No eres barro, eres carne!

Más que tu error, un sacrificio

Y si los tiempos se empeñan en culparte

Que te culpen por todo lo que han sido

Ya fuera del paraíso tú advertiste

Los dones de tu estirpe en las mujeres

Porque antes que Dios tú decidiste

Llegar al mundo ¡Y morir por lo quieres!

Juana de Arco campesina

Los altares y las voces no pediste

Blasfema para algunos es tu ruina

¡Y en hogueras a tu dios lo recibiste!

Consagraste tus bellos años

Con tu fe a la guerra hoy partiste

Combatiendo el despojo a los extraños

Y porque en sueños, a San Miguel lo prometiste

Como Ana y tu pluma como espía

Escondida como luz en la penumbra

Para el cruel es tu muerte inadvertida

Y para el mundo tu diario que deslumbra

Eres niña y eres Ana

Dios supo aliviar encierros

Y a pesar de tu infancia aprisionada

Hoy son libres todos tus anhelos

Entre hojas de papel diseminadas

En las ruinas de un escondite

¡Miles de almas son liberadas!

En el espacio donde escribiste

Simonetta Vespucci, surges como lo hace un templo

Las dotes de musa no te limitan

Porque cuando lo bello emana por dentro

Se honran las cosas que en el alma habitan

Como postales cuando el sol se atreve

Efímero que surge en la mañana

Simonetta, así fuiste sublime y breve

Como diente de león que se desgrana

Mil pintores contigo se inspiraron

Las mujeres por ti se hicieron poetisas

Pero lienzos ni poemas jamás lograron

Hacer justicia a tus sonrisas

Eres Rosa entre los cultivos, tierra que redimiste

Y la dignidad de la raza que la acompaña

Es por el pequeño asiento que no cediste

Como si hubieras movido una montaña

Eres Rosa Parks, una rosa de piel oscura

Aunque presa, ya no eres más cautiva

Porque tu voz rompió los ecos de atadura

Y tu voluntad, es zarza que el fuego aviva

Te busqué entre mártires poemas

Te seguí por espinas de moral

Alfonsina vas sangrando tus penas

En todos tus caminos que van al mar

Dormiste como madre serena

Huiste en la inquietud de un rosal

Amaste a los hombres cual condena

Como quien se corta con un coral

Místicos caminos en cual profesas

Entre hongos María Sabina te hiciste anciana

Por humilde, encontraste las grandezas

Y en los brotes de la tierra una sabia

Voz de cánticos fecundos

Chamán de los viajes infinitos

Remanso de los hombres iracundos

Y mujer que descansa entre los mitos


Eva eres madre de lo diverso

Porque entre flores nacen algunas hiedras

Y ser mujer entre pecados va disperso

Como el agua que surge entre las piedras

Cuando en las almas haya sequía

Y gris la esperanza que llegue la breva

Confiaremos, como él confió en María

Y en tu estirpe, por los caminos de Eva

Jorge Alfonso Ruiz Galindo

(Poeta Gotzon)

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