Un Espacio entre Letras

Un Espacio entre Letras



Espacio 4: Déjame Hablarte

Hola,

Sé que hoy no es como el sábado

Que hoy es jueves cinco,

Y a pesar que a mí me gusta el cuatro.

Te escribo hoy en solitario

Para decirte que te extraño,
Extraño pensar en ti cada Mañana,

Pronunciar tu nombre antes de dormir por las noches.

Pensar que algún día me escribirás

Mientras miro atento el celular
Y tal vez crees que soy un aficionado más
Pero es solo que me gustan las altas
¡No te engaño, es la verdad!

Extraño tu frialdad,
Tu corazón helado

Y el misterio de saber si tú también

Me amas de verdad

Extraño tus memes por chat.

Y tus emoticones de gatito al hablar
Extraño…
¿Qué más extraño?

Tal vez no estés presente para leer esto

Pero extraño a mi cero perfecto

A pesar que conmigo

No quieras intentar el código binario.


Espacio 7: La Historia de viernes

Estaba el lunes sentado en un rincón,

Mirando cómo viernes era la sensación.

Lunes podía mirarla atrás del domingo triste

Y el sábado soleado,

Admiraba como los niños de la escuela

Miraban el reloj esperando que ella les dijera:

«Se acabó la Escuela”

Y todos rumbo a su casa.

Podía ver como el ego de viernes

Se volvía entorno a ella;

Porque hasta sábado le coqueteaba

Y pocas veces el domingo se le acercaba.

Pero había algo que el lunes no entendía,

¿Por qué los únicos días que él era alabado

Solo se trataba del verano y no de los días de escuela?

¿Por qué hasta los profes del cole se le quejaban si simplemente él era un día de la semana?

Por su parte viernes era inquieta

Y apresurada al correr su día, y a pesar de todo le tenía celos a martes porque siempre se le acercaba al lunes.

Y a pesar que las semanas pasaban

Ellos nunca se encontraban.

Ni siquiera en los resecos largos del verano o para comentarse como la pasaron el Julio de ese año.

Pero el día de la boda de lunes y martes, viernes prefirió no asistir porque esta vez el rincón de la semana le perteneció a ella.


Espacio 10: Que Te puedo narrar

Es muy difícil entenderte,

Pero más aún olvidarte

Es difícil entenderte,

Y aún más jodido demostrarte.

Demostrarte que no existe una olla de oro

Al final del arco iris,

Demostrarte que el tiempo no pasa lento cuando nos besamos,

Ya que es simplemente un elemento que nosotros mismos nos compramos,

Porque entenderte va más allá de solo amarte

Se puede decir que es más fácil admitir mi derrota,

Que mañana volveré a cambiar mi forma de ver las cosas

Que cada segundo se acorta con tu presencia,

Que la filosofía que me vende la universidad es simplemente una tontera

Que es más fácil amar y olvidar

Porque el que olvida los sueños no se les va,

Que si la luna y el sol se lograran fusionar sucedería una catástrofe

Peor que la nuclear.

Que el amor no es eso que te venden en las películas y novelas;

Amor es lo que buscamos y aprendemos a juzgar

Según como lo empiecen a llevar

Que la vida solo tiene cortos momentos felices y que la tristeza suele superar la adversidad

Que si el reloj se queda parado dejamos de olvidar sus condiciones.

Que el tiempo se hace chico y que lo chico se aprieta a costa de nobles gestos

Que existe una barrera que va más allá de lo anormal.

¿Qué puedo decirte?,

Si al final solo me queda recordar

Lo que muy pocos pueden soñar.


Espacio 2: El Rey

Se encontraba el rey pegado a ella

En el tablero de ajedrez.

Él no podía imaginar que aceptara casarse con el

Después de haberle insistido

Ya más de una vez.

Muchos cuentan que serían ya más de

Dos a tres y hasta multiplicarse y llegar al cuatro, dieciséis.

Que a pesar que sus padres le dijeran

Que ella no era para él,

A pesar de eso no le importo superar lo que le decían,

Y lo trato de idear al revés.

Porque como cada mañana el solía verla

Por la ventana,

Preguntándose si aceptaría salir con él

Sin ponerle condiciones,

A pesar de ser el próximo rey.

Y es que a pesar de ser pueblerina,

La chica tenía su chispa,

Y no de esas que agitan,

Sino de esas que aplican.

Era lejano entender sus razones,

Pero más aún entender sus corazones;

Y nadie le niega,

Que antes que el apareciera,

Ella solo se veía como una plebeya.

Pero a él no le importaba,

Si estaba muy debajo de la cadena,

Porque el solo quería saber

Si es que ella no le tendría pena.

Y a pesar de que el siempre tubo poder,

A ella nunca obligo,

Porque la quería más allá de su razón.

Pero no todo dura para siempre,

Y ese día el juego la obligo a apartarse de él,

Para siempre.



Espacio 5: Un nuevo comienzo

Ella se veía en cero,

Pues no simplemente olvido

Lo que es bello.

Podía disimular sus años,

Pero se preguntaba siempre

¿A quién engaño?

Es difícil entender al ser humano

Quien buscaba acortar sus años,

Se enamoró del equivocado

Y al final prefirió olvidar su pasado.

En vez de afrontar la realidad

Prefirió dejarse olvidar,

En vez de amar una vez más,

Prefirió olvidar lo que es amar.

Prefirió retomar las noticias de las once;

Porque las de las seis las prefería ver con él.

Prefirió dormir desde las doce hasta las siete

Para olvidar que ella era su despertador de tuerca

Y pocas veces al revés.

Guardo sus cosas en una maleta

Y las tiro en plena carretera

Rumbo al Starbucks del real.

Prefirió tomar citas con algún otro más

Que no se pareciera a él.

Pero aun así no logro nada.

Trato de consolarse viendo pelis de otras solteras,

Pero todas eran un desastre como ella.

Y un día parecido a un veintiséis él le pregunto que si quería volver con él.


Espacio 8: Carnavales

Era ya la quincena de febrero,

Y los niños entre globos y apegos

Pasaban viendo a las muchachas.

Me rio solamente de pensar,

Lo que paso en aquel carnaval

Tal vez me daba risa la vecina,

Que con la olla salía a tirarte

El agua de la cocina.

O aquel loco de Don Rondón,

Que se paseaba en calzón

Y que a pesar que sus piropos eran malos

Siempre lo recibían con palos.

Era diferente,

Tal vez porque la física no importaba

A la hora que la parábola perfecta reventaba

En la ropa de un fulano,

O fulana.

O quizás las peleas entre barrios

Que nos mandábamos con los que se hacían

Llamar sicarios,

Y a pesar que se metían con piedras,

Nosotros buscábamos meternos con la arena.

Y ahora a pesar de la experiencia

Esto ya no se juega;

Al menos no con los mismos de la escuela

Porque prefieren encender la vela.


Espacio 12: En la corte del Juez

Ya era la cuarta a la quinta semana

Y a Doña Pecana

Se le acercaba el rumbo de la verdad;

De ver si tal vez Don Aguacate le engañaba,
O le era fiel de verdad.

¿Por qué somos tan inseguros a la hora de amar?

Si eres tan celoso(a)

Tal vez solo prefieras la soledad.

Porque inclusive la Doña

Contrato al detective Tomate

Para que le vigilara

A su esposo el Aguacate;

Y entre tantas sospechas,

El Juez Perejil solo quería un poco de paciencia.

En la corte las verduras protestan

Contra Doña Peca

Porque su esposo el Aguacate

Solo tiene ojos para ella.


Espacio 13: Existe Algo

Existe un juego al que de niño solía jugar,

Es de esos que me duele recordar;

Ya que admito ser siempre

El que solía perder al final.

Existen trozos,

Momentos cortos y duraderos que quedaron

Perennes en el tiempo,

Momentos en las que solía jugar a las escondidillas

O me reía con aquel chico gordo de la esquina.

No de él, claro está,

Sino de las niñas de la vecindad.

Existen figuras que no morirán,

Y lo admito,

Me encantaba la tele

A pesar que no me daba de tragar.

Recuerdo a mi madre con la cuchara en mano

Pasarme la voz,

Para avisarme de la hora del rancho;

No lo niego me encantaba estar jugando en el Play,

Hasta las seis y a más no poder.

Recuerdo mí escurrida por el cementerio,

¡Silencio!,

Este será nuestro secreto

Recuerdo pelearme con el matón del barrio,

A ese que lo balearon los sicarios.

Recuerdo fumar mi primer cigarrillo a los quince años,

Y el sabor amargo y dulce del café;

Creo que podría decirse que me hice adicto a él.

Recuerdos,

Recuerdos de cuando era un chiquillo;

Momentos libres, tristes y firmes.

Momentos en los que el miedo me gano;

Como fue con mi primer amor.

Existe algo,

Y ese algo es más grande de lo que estoy buscando,

O esperando.

-Álvaro Villegas Cotrina-

El día en que la tierra se detenga recuerden que todos tendremos

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