PALOMITA

Mirando tras las rejas

diminutas del alma,

como nubes que destilan

se encuentran sus ojos,

que miran el entorno,

como una palomita

en su jaula de oro.

Callada, encerradita

sin nadie que la mire,

contempla a los malvados

cómo hurtan la casa…

Destruyen y se ríen

como hienas burlonas,

caminan en tinieblas

¿será que algún día podrán cambiar su alma?

la tarde se despide,

se cierran las ventanas

en la jaula dorada…

DUELE

Duele el alma, duele

en lo profundo del pecho punza,

es una pena muy grande

mirar al pueblo muriendo.

De sol a sol, levanto mi canto

en contra del corpulento

ese cuyos pensamientos

manadas de grajos negros.

Coro inagotable, torrente que va creciendo

vestido que va cubriendo el dolor que mora dentro,

expresión que remueve la fragilidad del cuerpo

es el canto separado de mentiras y de miedos.

Superemos la ceguera y miremos en el tiempo

hay desorden, desconcierto

y se escuchan en el viento

las quejas del desahuciado que gime desde su lecho.

Los zorros y la rapiña agotaron su momento

no desmayes, no te mueras, canta y ruega por tu pueblo,

tus niños te necesitan, y muchos están de pecho

levantemos la consigna, no es tiempo de tener miedo.


FULGOR ETERNO

Bella claridad del sol de justicia

ha partido la piedra de mi alma,

me injertó en los huertos de calma

y me sana su mano de caricia.

Robustas montañas escudos de oro

ninguna flecha traspasa mi abrigo,

el malo arrastra su castigo

confuso río, su crujir y lloro.

mi aliento ha seguido el camino

en la cobertura de un mar de cristal

espacio abierto sin dolor y espino.

Lluvias de paz han llenado mi vida

apacibles fragancias me envuelven

por siempre habitaré agradecida.


CANTO DE AMOR

Amor por ti nación escogida,

lacerada estoy de ver tus soledades

y tu triste risa,

abandonada tierra, sumisa ante la tiranía

atada con cadenas de angustia, dolor y pena,

por ti, levanto mi canto:

Amor por tus colores

hoy todos enlutados,

amor por tus jóvenes turpiales

que aún siguen cantando,

amor por tus orquídeas la mezcla más hermosa,

amor tus arboles dorados que bañan de perfumes

a este valle oscurecido de llantos.

Levanta tus banderas y grita con valor,

no tires la espada fiera, no la silencies,

no dobles tus rodillas ante el despotismo,

no te vuelvas a las cuevas insanas

llenas de pensamientos cuervos,

vuélvete un guerrero, un valiente

y lucha por ver florecer la rosa tricolor.


GORRIÓN

Ave cantora, amigable

¿dónde está tu bullicioso canto?

juguetón visitabas mi ventana

mostrando tu fuerte pico y plumajes pardos

emigraste, te fuiste,

al ver la casa cerrada,

el plato y la copa vacía,

dijiste ya no hay vida, ya no queda nada.

Ave cantora,

ven muéstrame tu vuelo,

déjame oír el chipchip de tu reclamo,

mientras sigo en el círculo de la vida,

mientras esté mi esencia en el vaso,

mientras mi lucha no duerma

no dejes de cantar,

vuelve y calma las congojas de mi bandera.

Ave amigable

valiente te mostrabas

cercana a las rejas impunes,

la casa sigue cautiva,

esa es nuestra desdicha,

la ausencia, la sombra,

el silencio,

ahora te miro sin vida,

sin agua, sin comida,

tus alas extendidas y frías,

han volado a otros cielos.

VOCES

Vacíos se siente los espacios,

mudez que exaspera,

¡Ya basta de silencios!

Silencios criminales,

silencios cómplices,

que persiguen al que entona

el himno que libera.

Deja ya la ronquera

y toma la voz recia:

Voz indígena, voz blanca,

voz negra, voz mestiza

ven y canta,

ven y rompe las cadenas.

Unamos los hombros,

la palabra, la fuerza,

liberemos nuestra herencia.

No dejemos al perverso

acabar con ella,

ven canta con tu cuatro,

ven suena tus maracas,

tambores y carrizos,

vengan rasguen los silencios

que al espíritu encierran.

Despierta, ya no calles,

ante la dominación, el hambre,

la espada y el engaño,

ellos violentan mi villa

y la cercan con tinieblas.

Encumbremos la voz

y también nuestra la bandera:

áureo, índigo y carmesí

sus luces nos representan.

Miro a las alturas

y clamo por ya no ver la miseria;

en las calles, en las casas,

hospitales y escuelas,

escucha mi voz Señor

ven y sana hoy mi tierra…

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