INSPIRACIÓN

Surco la noche azul

con avellanas y malvaviscos,

llego hasta donde mis sentidos

me dictan y

permitirme quieren…

echo a volar la imaginación.

Duendes cruzan el laberinto

arrullan al ruiseñor

traen el viento de lejos

llega en el tren de las dos.

Acurrucada y somnolienta

una mariposa eleva su vuelo,

se aleja, lentamente…

llevando consigo a la inspiración.

SUEÑOS

Sueño con los sueños

que he soñado cuando

niña.

Divago en una dimensión

lejana

y mítica.

Llego a donde heraldos

mágicos me transportan

con su melodía,

atravieso lentamente el

éter

mi musa me hace

compañía.

Taciturna y somnolienta

divago

en una dimensiòn

lejana

y

mítica.

CONCIERTO CREPUSCULAR

El sol

naranja viejo

crepita a lo lejos

centelleante

una lluvia de partículas

brillantes

cae,

filigranas de luz y estrellas

como fuegos artificiales

color ámbar

se esparcen,

dibujan en el

horizonte

acuarelas fugaces

mi alma es una antorcha encendida

una luz,

un corazón de fuego

palpitante.

LETANÍA

Sueño mágico…

la pequeña casa al fondo,

guarda aroma a madera

y a heno del campo;

lento atardecer,

la bruma envolvente

me invita a la letanía

y al descanso.

Quiero estar allí suspendida,

distante…

sentir que el tiempo colapsó y

que por un instante

puedo abandonarme.

LA CASA

Recuerdos guardados

en cofres de papel

atesoran el tiempo

lánguido y distante.

Una melodía opaca

el horizonte lejano y

aletarga con su eco

el suave murmullo de

las cosas que no están.

Dentro de la casa antigua

mudos testigos se proyectan,

la ninfa junto a la fuente

el cupido mirando al cielo y

la tímida glorieta que

recostada apenas,

junto al brocal del pozo

teje zarzuelas.

Y el silencio eterno…

horada la piedra y llora,

llora tanta soledad.

TREGUA

La claridad de la mañana

atraviesa la ventana,

ingresa al pequeño cubículo.

Sol dormido, me adormece también,

se esfuma del cubículo de hormigón,

me deja solitaria.

Asoma luego indiferente, apenas libre.

Leve intento… le ofrezco

mi propia inexactitud, un equívoco

en las coordenadas,

un erróneo cálculo en el trópico.

Igual intento unas líneas

ensayo algún croquis distinto

en la cartografía difusa.

Pero nada… la nada como vasta

es la inmensidad del mismo universo…

Me esfumo también como

si nada importara,

suspendida en el aire conmovido,

solitaria… queda el hálito de una

tregua.

HAZ DE SOMBRA

Un haz de sombra cruza fugaz

me observa al descuido

sensaciones lejanas

sucumben mi piel…

solo un haz de sombra,

tan solo un haz

que me provoca

me sigue

me busca

solo un haz de sombra

eriza mi piel,

escalofríos azules

haz de sombra

me lleva cautiva

ya no sé a dónde…

LEVEDAD

Leve proximidad

distancia leve

un disimulo apenas

un susurro

en la quietud del

minuto intenso, es

como pompa de jabón

es un verdugo,

pequeño momento

que me arranca a jirones

y me aleja, leve,

levemente…

de aquella

leve proximidad,

de aquella

leve distancia

del minuto más intenso.

SINERGIA

En sólo un instante

no existe el olvido.

En el minuto extremo e

intenso, vago perdido…

languidecen mis penas

el espacio es distinto…

Sigo la ruta del pájaro

errante

a veces atontado, a veces

dormido.

Sinergia…

BELLA

Brillante e incandescente

asoma la luna bella

en la noche lo cubre todo

con escarabajos de oro

y centellas.

Sobre el puente de ébano

despliega sus rizos dorados

y de plata,

la noche conmovida y mustia

somete, ante tanto fulgor,

sus propias trincheras

de sombras y oscuridad

de pesadumbres y penas.

Amparada por sus rayos

envuelta en un mágico mundo,

surco la noche y

abro camino a la imaginación,

allí, donde ella me espera,

para velar mi propio sueño

y poblarlo de fantasías

y estrellas.

BRILLO PLATA

Claroscuro en la noche azul

luciérnagas de plata

la noche esparce su manto abovedado

acariciando el agua.

Luz brillante de la luna

cae, en diminutos diamantes

se funde,

extiende sus brazos de acero

sobre la serenidad pasmosa

y cauta.

Un haz de luz

cruza el cielo nocturno

se sumerge en las sombras

y baña con su fugacidad lumínica

el horizonte adormecido

somnoliento y

entumecido.

Brillo plata…

TARDE GRIS

Diluvia plata en la ciudad

acuarela musgosa

tarde gris…

el cielo encapotado

con furia esgrime

su manto perlado

verdioscuro

en la tarde gris.

Dos almas abnegadas avanzan

incólumes,

no existe obstáculo

que los pueda interrumpir,

la esperanza es como

un puente que los abriga y

en la decisiòn férrea

el paso firme

mirando al poniente,

-aunque no lo vean-

han de seguir…

Tarde lluvia de agua clara

en la ciudad,

se evaporan mis penas,

tarde lluvia…

agua clara…

me inunda a borbotones

me despoja de toda angustia,

encapsula mi pesar.

OJOS CAFÉ

Sostenida la mirada en un instante tenso

mareo somnoliento, turbulencia hipnótica

me atrae sin quererlo, como un imán quizá

me sumerjo en una espiral,

caigo bajo su influjo y

suspendida me dejo llevar.

Es casi como un embrujo difícil de precisar

pierdo algo la noción del tiempo,

parloteo mi discurso

sumergida en la profundidad

de unos ojos expectantes

que disimulan concentración,

divagan más bien en

otra órbita, en otra dimensión lejana

bajo un leve hechizo, divago también

y me sumerjo en su profundidad,

atravieso el cristalino, avanzo…

en el punto exacto del iris me encuentro

me detengo…

ya no quiero retroceder

ya no quiero continuar.

EN LO MÁS RECÓNDITO

Por una espiral

de diáfana sensación

pequeños violines de nácar

secretos

dibujan

apenas perceptible

casi un cosquilleo

figuras caprichosas

en lo más recóndito.

Allí, en el centro mismo

casi intangible

sin explicación

la esencia misma

de una vaga sensación

inextinguible,

real,

se proyecta aún

caprichosa

persistente

en lo más secreto

una pequeña, pequeña,

razón de ser, existencial.

AMOR

Esta tarde serena

que declina hacia el ocaso

me trae a la memoria

tu mirada clara

tu sonrisa limpia.

En mi corazón

dos bailarines

dan vueltas

marcan surcos y

dibujan en la fantasía

sueños mágicos.

Dos alondras

con cristales de estrellas y

lunetas de arroz

dibujan dulcemente

la palabra

amor.

DESEO

Quiero

endulzar mis días

con acuarelas color

caramelo

dibujar junto a la

hoguera

pinceladas de

ensueños

teñir de dulces matices

nuestros más tiernos

momentos

y enlazar tu nombre al mío

en un abrazo

eterno.

BÚSQUEDA

Piedras calizas
en el desfiladero
piedras cenizas
iluminadas por el rayo
de luz incandescente
que se derrama sobre el camino.

Subo la cresta del monte
te busco,
sigo en dirección
a ti.

Mis pies horadan
las piedras del camino
te busco…
avanzo hacia el valle
no te veo aún,
sigo a través de la llanura
Ya es bastante el tiempo
¿dónde estás?

Vuelvo en dirección al huerto,
me llegan las fragancias de
las acacias
huele a mirto, lirios y flor
de alheña
sigo por divisar tu presencia
Creo ver a lo lejos
la orla plateada de tu manto
es tan blanco, lumínico,
blanco nieve
lino puro

Y sigo… ya llego
anhelo, anhelo
verte
verte
y no sentir más
el dolor punzante
de la separación
de la espera…


EL FRASCO DE ALABASTRO

La aldea se preparaba para el reposo

y el descanso.

La luz del candil esparcía su lumbre y

se proyectaba a través de la ventana, perdiéndose

en la inmensidad de la noche.

Pocas casas, silenciosas, adormiladas,

solamente en una el bullicio era constante.

La conversación amena en torno al Maestro,

el correteo de los niños alrededor de la mesa baja,

algunos panes y peces distribuidos a discreción

y las marmitas humeantes, completaban

el cuadro de la cena

en la casa de Simón.

De pronto, el bullicio de la muchedumbre

se silencia

hasta transformarse sólo en murmullo,

una mujer avanza a paso lento, abriéndose camino

entre las miradas incrédulas,

de asombro.

Lleva algo en su mano, un primoroso objeto

de mucho valor, reconocible por el resplandor lumínico

del alabastro,

cuando la luz del candil golpea en él,

refractando en la pared las ensombrecidas siluetas

de los comensales.

La mujer avanza, a paso lento, con cautela…

vierte, conmovida, el exquisito bálsamo,

tanta es la gratitud, porque inmenso es Su amor,

infinito Su perdón.

Quiero ser como aquella mujer y estar

a dónde sus pasos la llevaron,

quién atraída por Su resplandor fue cautivada más,

mucho más, más allá de ella misma;

quién lo entregó todo sin concesión,

y no cambió el frasco de alabastro,

ni por moneda corriente que la sedujera,

ni por ruin falsete, de una devoción a medias.

Tampoco especuló el momento ni la situación,

su condición tal vez,

como para tomárselo

a la ligera.

Solo vio el tributo delante de sus ojos,

desechando el desdén con paso firme continuó,

y así Su gloria conquistò

dejando a un lado la marginación y el oprobio.

Pasó a la historia, sí pasó a la historia,

porque ella… ella fue el frasco de alabastro….

LAGO EN EL BOSQUE

Difuminado, etéreo y melancólico;

Un resplandor tenue baña el silencio…

imponente, soberbio, cubierto de nácar;

el cristal lumínico del lago rompe

la fontana.

Al fondo un castillo medieval erige sus puntas lanzas

decorando las torres que,

al son de un concierto octogonal,

cercan las montañas blanquecinas cuyas

siluetas, cual espectros, asoman

detrás de la bruma matinal.

El verde estío bordea una capilla lejana,

esfumada en la lejana lontananza,

en medio de la quietud del bosque me persigno, indolente,

y me pierdo en el espejo del agua.

CASTILLO MEDIEVAL

Espejado y límpido,

en la quietud verde agua,

se refleja la silueta

del castillo medieval.

Lo observo, emancipada,

Lo admiro, transportada,

Y me pregunto ¿cuántos siglos

sobre sus hombros cargará?

Se oye un ruiseñor graznar…

El castillo adormecido y mustio,

guarda secretos,

el paisaje es testigo

y así lo sabe él.

Capiteles de misterio

se recuestan enigmáticos,

ensombreciendo la fachada

con algo de hidalguía.

Una barca adormecida

sestea sobre el agua quieta,

y vela el sueño

de alguna doncella

en epifanía.

Detrás de sus paredes

el mundo se acaba,

el silencio es abrumador

y dan pena sus habitaciones

vacías.

Pero erguido e incólume

sus estandartes blande y

con gallarda osadía

al tiempo desafía.

Sus pétreas murallas

seguirán contando la historia

y cual mudo coloso e imponente,

férrea resistencia,

por muchos siglos más

impondrá.

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