Hace cuatro meses atrás, mas especifico el 16 del 2017…si ese día en el que me di cuenta de toda mi verdad, el día en que conocí como realmente era, el día en que descubrí la respuesta a aquella pregunta que por mucho tiempo me realice. ¿Que era yo?
Todavía recuerdo el largo camino, acompañado de la música de mi teléfono…también esa misma sensación que sentía cada vez que llegaba ese día tan esperado a pesar de que no seria como los demás.
Recuerdo todavía cuando abrí los ojos ese día, el animo por los suelos y los nervios por lo cielos…mas pensativo que nunca y triste como de costumbre, no puedo negarte que esperaba mucho tomar el bus y esperar una hora para llegar a mi parada.
Ese tiempo en el bus me hizo pensar demasiadas cosas, ¿Que seria de mi, después de ese día? ¿Que hice mal? ¿Que es lo que perdí? ¿Adonde seguiré? y muchas preguntas mas que si las escribo no terminaría.
Siempre trato de darle una hipótesis a cada problema que he tenido, y tratarlo de llevar de la mano a pesar de que ese problema tire demasiado duro, pero en este caso el problema no es de fuera de mi…si no de dentro, ese problema tan clásico que afecta todo mundo tanto buenos y malos…como odio que ese tipo de problemas pase pero creo que si no pasamos por esos problemas nunca sabremos escoger bien a esa persona que pasara con nosotros el resto de nuestras vidas.
Recuerdo cuando llegue a mi destino, cuando te vi caminar hacia mi con una sonrisa quizás un poco dubitativa, pero se seguramente que te acertaste con la mejor intención del mundo, recuerdo exactamente el «HOLA» que salio de tu boca, mientras yo con el nudo en la garganta no pude ni contestarte, siempre sabias que sobre todo nunca quise darte a conocer mi estado de animo, si estaba bien o estaba mal, era cosa mía y no quería preocuparte.
No se por que pero el momento en el que me dijiste: «vamos, te invito a comer» salio de mi una sonrisa, aunque era de imaginarse que eso iba a suceder..por que eso siempre hacías cada vez que nos encontrábamos.
Ese tiempo en el restaurante, fueron los mejores minutos de ese día…los mejores minutos de mi cumpleaños, sonreír contigo y volver a jugar como niños como siempre lo hacíamos, ¡fue increíble! miles de recuerdos pasaron rozando mi pecho tanto hasta el punto de ya no decir nada durante minutos, tu me conocías mejor que mis mismos padres, sabias con exactitud que en ese momento me pasaba algo…y lo intentaste solucionar con un beso, un beso al cual yo no pude seguirlo…un beso el cual me hizo ver que todo había acabado, que todo se fue a la mierda por esa persona que veía cuando me paraba al espejo, esa misma persona que por meses te dio días enteros de lagrimas y noches de vela…esa misma persona que nunca te demostró algo de cariño…a pesar de que me lamente se que no puedo llegar a sentir el dolor que sentiste cuando recibías mi rechazo, pero ojala entiendas que todo era por tu bien, se que no era lo mejor para ti y nunca lo lograre ser, se que a pesar de que me amaras no llegaste a sentir el mismo amor de mi persona hacia ti…
Después de lo ocurrido decidiste irte del lugar, mientras me decías que te acompañara a tu lugar de estudio, yo ya solo miraba el momento de despedía tal cual como lo había soñado la noche anterior…tu terminarías odiándome y yo seguiría queriendo que no te vayas…
Recuerdo el camino hacia el lugar de trabajo, yo ya con los ojos rojos el borde de las lagrimas, mientras tu caminabas delante mio sin importarte nada, verte delante mio fue como ver esa típica frase «y te vi partir en el camino mientras me dabas la espalda». Se perfectamente que todo a sido mi culpa y gracias a eso arruine mi propio cumpleaños, la verdad mi cumpleaños no me importaba, solo me importabas tu…
Recuerdo cuando me miraste por ultima vez, y me dijiste «CHAO» en la esquina de tu lugar de trabajo, mientras yo me aguantaba las lagrimas, tu ultimo abrazo fue celestial, ese beso que me diste fue el mejor de todos, esa sonrisa con la que llegaste a verme fue encantadora, tu partida la peor que he tenido en mi vida, pero nuestros recuerdos son lo que jamas olvidare de ti…siento no haberte dicho esto que escribo, pero en ese momento no podía decir nada.
Ya de regreso a mi casa, no paraba de pensar en todo lo que habíamos hecho, solo me queda tus cartas, tus peluches, y tus mensajes de voz, y noches llenas de largimas en mi balcon, mientras a mi me queda eso a ti te queda un odio que invade tu corazon…
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