De un 14 de Febrero.

Una noche de 23 de Enero llena de vacíos y canciones así fue en ese entonces…

Hemos recorrido un largo camino ya..

Desde el primer saludo sin respuesta hasta la última despedida sin pregunta..

Pienso en los muchos besos que te di, en los que me robaste, en los que no podre darte nunca…

En tu mirada llena de temores la primera vez que nos vimos, en mi mirada llena de temores ahora que no se si volveré a verte, en las largas noches de pensar que si no soltaba el miedo no iba a poder tomar tu mano, en el miedo que es ahora el que no me suelta.

Quien iba a pensar que existen historias así, tan efímeras y perfectas que pueden escribirse en un par de días y perdurar por cientos de eternidades.

Como poder explicar la manera en que supimos parar el tiempo con una sola mirada, milésimas de segundo que se quedaron flotando en el espacio un 14 de Febrero.

Tantas horas siendo un solo cuerpo, un solo corazón que late sincronizadamente 23 latidos por segundo, miles de segundos, miles de minutos, miles de momento, besos de buenas noches a las 8 pm, no poder dormir sin tomar tu mano, no poder despertar sin abrir los ojos y encontrarte.

Es irónico como parece desvanecerse lo único que le da sentido a las cosas, lo único que impulsa a la luna a dar acogida para que respire el sol.. como aprendimos a compartir el alma a 4574 km, a lograr que los relojes del mundo diesen siempre la medianoche a la misma hora para poder empezar juntos el nuevo día sin que importe nada.

Parece imposible pensar que se pueda vivir sin tus palabras, sin los poemas que se escriben en las madrugadas cuando compartimos insomnios, sin la imagen de lo más amado tocándote desde el otro lado del continente, compartiendo tus penas y la almohada, sin los “te amo” que se fueron quedando cortos y tuvieron que convertirse en cielo, en infinito, en universo, en galaxia, en ti, en mi, en nosotros, en tu voz pronunciando mi nombre, en mi nombre posándose junto al tuyo.

Porque te cielo mi amor, te infinito, te universo, te galaxia, te todo mi vida, vida mía… Aquí, ahora, ayer, siempre, a la distancia del silencio, a la cercanía de tu recuerdo.

Supongo que no queda mucho ya o quizá en realidad queda todo por delante, esperar con la esperanza fija de que algún día se cumpla todo lo prometido, de que pueda sentir la nieve cayendo en mi rostro mientras me abrazas y las auroras boreales rodeando nuestro cielo en una de esas muchas mañanas que nos aguardan aun, porque no te has ido, no creo que puedas irte nunca, no creo que exista manera de separarse cuando 2 se vuelven uno y firman el contrato inquebrantable de volverse a encontrar una y otra vez recorriendo el mundo, caminando en círculos, caminando por el ciclo creado a besos, a sonrisas, a ganas de serlo todo, a miradas que te desnudan el alma y caricias que calientan el corazón.

No quiero decirte “adiós” no quiero ni siquiera escribir un “hasta luego” porque es más fácil decir “hasta siempre”, hasta el próximo beso, hasta la próxima vez, te amo, te ame, te voy a amar mientras existas, mientras pueda inventarte.

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