El viaje que salvó mi vida

El viaje que salvo mi vida,

Tenía meses que había planeado este viaje pero al principio realmente no estaba segura, me convenciste cuando dijiste que quizá no habría otras oportunidades para hacer esto, lo mismo dijo Mamá, después las cosas se empezaron a complicar y recuerdo que tú me sugeriste el cancelar, yo nunca lo vi como una posibilidad, el tiempo paso el viaje se acercó, pensé que sería muy largo el tiempo porque estaría 2 semanas lejos de ti, si, como las cosas cambian en un segundo, se llegó el tiempo de partir y tú no estabas ahí, no estabas ahí para despedirme, recuerdo cuando me decías que teníamos que programarnos para ver a qué hora hablaríamos, 9 horas de diferencia y un mundo entero por atravesar, más bien un mundo entero de distancia ahora entre tú y yo, que somos ahora dos extraños, gracias a Dios el tiempo de partir llego, la experiencia para encontrarme a mí misma llego y no sé qué hubiera pasado si te hubiera escuchado y hubiera cancelado.

Puedo decir que mi vida cambio cuando puse mis pies en la hermosa ciudad de Paris, mi mayor ilusión ver la luna llena sobre Paris como esa vieja canción que escuchaba con tanta ilusión y expectativa, paseando y viendo la vida pasar a través de esos cafés donde se sienta la gente en la calle, pequeños placeres como una copa de champagne y ver que a las 11 de la noche el sol apenas quiere descender, he descubierto en varios destinos que viajar es el gran amor de mi vida, sentí mi corazón latir tan fuerte y sentí esa gran ilusión, algo parecido al amor cuando llegamos a Barcelona y cumplí mi sueño de ver la Sagrada familia, ahí estaba tan majestuosa, la cosa más bella que he visto, mi corazón se sintió satisfecho como si no estuviera roto, o que puedo decir de los hermosos canales de Venecia, no hay mayor adrenalina que estar perdida a media noche en sus preciosos callejones, contemplar la majestuosa Plaza de San Marcos y sentirte pequeñita a su lado, como no podría recuperarse este corazón si se sentía completo con tanta maravilla, cada vez que visitas un lugar dejas un poco de ti y una parte de ese lugar se queda siempre en tu corazón, todos estos lugares ayudaron a resarcir mi corazón y atesoro cada uno de ellos muy dentro. Esas noches por las calles de Ámsterdam, las mañanas paseando por sus canales y parques, ese contacto con la naturaleza y esa paz que sentí en el Vondelpark, ese aire de frescura y diversión mientras charlábamos tranquilamente en el hostal tomando una cerveza local y mirando hacia la terraza como si nada más importara, más que disfrutar y vivir en el aquí y en el ahora, para mí los viajes son el elixir de la vida, sales de tu zona de confort, aprendes muchas cosas, puedes llenar tu vida y tu corazón de maravillas que corren por tus venas, darte una nueva perspectiva, conocer otros mundos y abrazarlos para siempre, después de viajar no eres la misma persona y agradezco por la nueva persona que quedo después de esta inolvidable experiencia