Tenia apenas 10 años, y mi familia planificó un viaje por las vacaciones de verano, yo estaba muy emocionado ya que era el primer viaje de mi vida, y no solo eso, mi abuela me dijo que el lugar donde ibamos estaba muy cerca a la playa.

Aquel lugar se encuentra en la costa peruana, al norte del pais, en Lobitos, Paita y por primera vez iba a conocer ese sitio del que tantas veces me habló, Ella solia contarme historias de su infancia, siempre iba aquella playa al mediodia a bañarse y divertirse con sus amigas.

Me dijo que era un lugar muy hermoso y lleno de vida, donde se respira aire puro pero sobre todo paz, muy distinto al caos de la ciudad, que cuando estuviese ahí no iba a querer irme nunca. El viaje comenzó, para llegar allá por lo menos son dos horas y media en carro, fue un viaje relativamente largo, hasta que por fin llegamos a la ciudad de paita y lo primero que vi fue precisamente el mar, puedo decir que solo lo habia visto en peliculas y series de television pero era muy distinto poder presenciarlo en vivo y en directo.

Era inmenso y majestuoso, es un sentimiento indescriptible, Mire a mi abuela y le di las gracias por haberme traido y poder cumplir mi sueño de conocer el mar, me sonrió y me dijo espera a que lleguemos a la playa lobitos, te enseñare hacer castillos de arena, yo estaba muy feliz y seguía viendo el mar por la ventana, en verdad parecia no tener fin. Falta poco para llegar a la casa de mi tia, prima de mi abuela, y cuando llegamos al verla me sorprendió mucho el parecido fisico a mi abuela era evidente que eran primas.

Mi abuela ya me había contado sobre mi tia, luz se llamaba, me conto que estudiaron juntas en la misma escuela, en el mismo salón, ella era su prima favorita ya que paso muchos momentos felices con ella, y le costó mucho separarse de ella, la extrañaba mucho ya que hace más de 20 años no se veían,

Ella estaba muy emocionada y nerviosa, me contó que cuando terminó la escuela se tuvo que mudar a la ciudad de sullana, donde vivo actualmente, ya que su papá. mi bisabuelo encontro un buen trabajo y por ese motivo tristemente se tuvieron que separar.

LLegó el momento de aquel reencuentro que por años se prolongo, lagrimas de emoción y alegria recorrieron los rostros de mi abuela y mi tia, yo estaba muy nervioso no sabia que hacer o que decir, era la primera vez que iba a conocerla.

Mi abuela me presento a mi tia, y le dijo que yo era su nieto, ella me sonrio y me dijo que era un gusto conocerme, y yo le conteste lo mismo, a mi tambien me daba mucho gusto conocerla. y terminada la presentación nos invito un delicioso almuerzo y un rico ceviche norteño, un plato muy tipico de mi país.

Ahi conocí a un par de mi primos, Luis y Juan, inmediatamente congeníamos, así que cuando entre en confianza con ellos les pedí que me acompañaran a conocer la playa ya que estaba ansioso de ir, Ellos aceptaron y llegado el momento fuimos todos juntos, mis padres, mi abuela, mi tia, mis primos y yo.

No podia creerlo era la primera vez que sentia la arena de playa en mis pies, estaba muy humeda, las olas eran increibles, nunca pense que un lugar tan hermoso podia existir en mi país, Lo prometido es deuda mi abuela me llamó y me dijo ahora te voy a enseñar como hacer el mejor castillo de arena, poco a poco lo iba armando torre por torre junto a mi tia, en ese momento mi tia solto una carcajada y mi abuela hizo lo mismo, pense que nunca ibamos a volver hacer otro castillo de arena como soliamos hacerlo cuando eramos unas niñas, Si yo igual contestó mi abuela, pero asi es la vida a veces te aleja de las personas que mas quieres para luego reencontrarlas mas felices y realizadas, todo pasa por alguna razón.

Aquella tarde la pase increible y nos tomamos muchas fotos para el recuerdo, pero el sol ya se estaba escondiendo y la noche iba cayendo, era hora de volver a la casa de mi tia y al llegar ahí, cenamos y despues mis primos y yo comenzamos a ver las fotos que nos habiamos tomado, estaban muy bonitas ya quería enseñarselas a mi mejor amigo para contarle lo genial que la pase aquella tarde, Al otro día por la mañana me levante muy temprano, la noche anterior mis primos me dijeron para ir a pasear en bicicleta por el lugar, asi que despues de pedirle permiso a mis padres nos fuimos andar en bicicleta cerca de la playa y ahi mis primos y yo aprovechamos para bañarños de nuevo, Las horas pasaron tan rapido sin darnos cuenta porque será que cuando mejor lo pasas, el tiempo se hace tan corto.

Si, como decía el tiempo se hace tan corto que sin saberlo ya había pasado el fin de semana y llegaba la hora de regresar a casa, y de repente me acorde de lo que me dijo mi abuela que cuando estuviese ahi no iba a querer irme, y era verdad lo pase tan bien que no queria irme, pero tenia que hacerlo.

LLegó el momento, el carro llego por nosotros, nos despedimos y agradecimos a mi tia por su hospitalidad. Pero mi abuela le hizo la promesa de que el año siguiente íbamos a volver. Yo me sentí muy feliz por aquella promesa.

Pero aquella promesa no la pudo cumplir ya que tristemente mi abuela falleció a los pocos meses,al inicio fue difícil superar su perdida pero ahora yo cumplo su promesa de ir todos los años aquel lugar donde fui tan feliz, para reencontrarnos y poder hacer aquel hermoso castillo de arena.

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