Empezó el verano y el calor lo anunciaba
aburrido en casa mi tía me llevo a una playa encantada,
pero como apartarme de mi amada,
nunca lo hice pues ella siempre me miraba.
La tarde se consumía y obscurecía,
en la obscuridad entre en alta mar
pues su rostro se reflejaba en el mar,
yo solo lo quería acaricia.
Al llegar eran las estrellas saltando sin cesar.
la luna reía, que bello cantar,
a la costa regrese y quería llorar
puesto que es un sueño que te volveré abrazar.
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