Mi eminente viaje.

Siempre he soñado en ver distintos paisajes, nuevos atardeceres. Uno de mis sueños está en otro continente, para ser más exactos en Grecia. Desconozco la razón pero es un viaje que tengo pendiente desde hace mucho; quizá cuando descubrí que merecía soñar y que quería para mi vida grandes cosas. ¿Valía el esfuerzo luchar por ellas? Más que un viaje un descubrimiento, ver el horizonte desde otra coordenada, seguir soñando y seguir viviendo.

Ese es físicamente el viaje que anhelo con todas mis ansias pero aún más importante que conocer lugares es conocernos a nosotros mismos, ese gran viaje que a muchos les falta hacer o temen hacerlo. Estar seguro de lo que somos y sobre todo de lo que valemos, ese gran viaje a nuestro interior que es el más importante en nuestra vida.

Día a día veo jóvenes con mucho talento pero tan inseguros de eso. Si tan solo dedicaremos unos pocos minutos a estar serenos y respirar, nos adentraremos a un mundo fascinante, a un mundo en el que dudar no está permitido, continuar no es una opción sino un compromiso, no permitir que nadie nos diga que no somos capaces una realidad.

Yo al igual que muchos tengo una gran lista de cosas por hacer y aventuras por vivir pero indudablemente e inigualablemente viajar hacia lo más importante que tengo: yo como persona, como ser viviente, ese sin pensarlo es el viaje más valioso que hay en mi corazón.