Todo inició aquella mañana, tan solo desperté y ya tenía una de esas corazonadas que hacen que te sientas con ánimo de iniciar el día, tomé una taza de café y salí a caminar con mi perro como solía hacerlo cada mañana… Cuando me distraje con el fluido viaje de esos aviones naturales que por tanto tiempo intrigaron al hombre con querer imitarles, pasó lo inesperado.
Aquel tonto canino, como le llamé en aquel momento, se escapó y entró a la zona prohibida; aquel lugar que solo reflejaba la furia de los dioses dirigida al hombre, el humo caldeaba a cada momento aquel lugar, los olores intensos y atrayentes del vomito emanaban como manos selladoras al mismo infierno; no había vida en aquel lugar solo sombras y garras secas que llevaban al más valiente a titilar e imaginar aquel lugar como el peor enemigo del hombre, ya que aquello solo podía atraer imágenes desgarradoras.
Ese pequeño había llegado a mi familia desde que era un cachorro que necesitaba que lo alimentasen con un chupón y aunque mi madre no me dejaba pasar por allí, no era capaz de dejar desamparado a aquel amigo inseparable.
Armado de valor y con el sigilo de uno de esos espías glorificados de la televisión; me animé a aventurarme por aquel lugar, lo que llegó a mi mente fue un video juego de terror y suspenso, por suerte mi imaginación volaba, armado con una rama sería el impetuoso caballero con la misión de rescatar a su fiel compañero de batalla.
Atravesando aquellos portones similares a los de una prisión en medio de sonidos rechinadores se dio paso al valiente que afrontaba el reto sin miedo, rápidamente corrí por los pasillos negros alusivos a tanto veneno y batallas perdidas en aquellos campos, cruzándome inmediatamente con un “zombie”, postrado lancé mi hechizo sobre él, creando amarras ilusorias que le ataban al suelo para su mala suerte… corrí con algo de temor por ser la primera vez que enfrentaba algo así.
Tuve que usar mi coraza de guerrero como capa protectora de los perfumes allí nacientes que detenían mi paso; cada vez el juego se tornaba más difícil.
Cuando de repente, denso, el viento alertaba sobre la llegada de una bandada de orcos, que rápidamente avivaron mis reflejos observando montículos de cadáveres por toda aquella región, teniendo que ocultarme tras ellos y colocando algunos encima para disimular, solo alzaba mis plegarias para que aquellos abominables no hubiesen descubierto a tan inocente criatura.
Observando todo lo que llevaban aquellos nómadas destructores y recuperando de un suspiro la calma, me moví con parsimonia al ver que se encontraban lejos y aumenté el sigilo; cada paso era medido, cada acción pensada anteriormente, cuando le vi, tan tranquilo y feliz como siempre pese a que se encontraba en los dominios de algo temible.
El ambiente solo estaba compuesto por roca y los restos que el fuego dejó en su recorrido, no había donde esconderse, ni a donde ir, solo podía aferrarme a mi objetivo, para dicha mía como en todo video juego se culmina cuando se alcanza el objetivo, el corazón me palpitaba y los músculos no respondían, pero esa incertidumbre que aterra, pero al mismo tiempo alimenta la valentía, me motivó a que en un cerrar de ojos emprendiera la ultima carrera uno, dos, uno, dos con una caída en plena bajada se aceleró mi llegada y finalmente lo logré, llegué, pero como por arte de magia mi valentía se esfumó y volví a ser ese niño curioso pero tímido.
Miré hacia atrás y temía ir, entonces quise llorar, hasta que me llamó el sonido de una corriente… de la hermosura, que me bañó los ojos… de la naturaleza.
Corrí ya con mi amigo en brazos y vi aquel hermoso paisaje un tropel de moléculas; todas buscando ganar la carrera pero convertidas en una sola y perfecta masa que daba vida a todo a su alrededor. Explotó todo aquel lugar en un arco iris puro, siguiendo el cauce que llenaba mi mente del barro formador de hermosas figuras, de lianas y raíces duras, todo al rededor me aseguraba que era el corazón y espíritu de algo superior, una obra de arte causante de estupor, en aquel momento solo fui un fotógrafo captando el momento que representaba su propio interior, arte, belleza, inocencia y amor. Irónico se pasó de las ilusiones como protección a jugar instintivamente con todo aquello que los juegos no son capaces de crear en la mente.
Todo aquello a las manos de la inocencia de un ser en medio de las devastaciones del hombre entre drogas, pandillas y el veneno de todo el hombre entre la naturaleza que como el caparazón de la oruga que niega la belleza, cerraba aquel lugar a las personas.
…………………………………………..FIN……………………………………………….
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