La recompensa del sacrificio

!rinn! !rin¡ !rin¡ ahh, ¿es hora?, vieja ya es hora de levantarse ya casi es hora apresúrate si no,¡me tendré que ir sin comida!!! Así comienza el día a día del hombre trabajador aún muy cansado del trabajo del día anterior, pero que sabe que si no se levanta no tendrá dinero para la comida de la semana para su familia. y coge siempre la misma rutina. horas de caminata para llegar al puesto, donde ganará el salario que suplirán las necesidades de su familia. Ya en el área de trabajo. recién comenzando, llega su jefe inmediato el mismo que le trae una ira desde que la empresa lo contrató. El le saluda y solo recibe una mirada disimulada. Juan solo asienta la cabeza y nunca dice nada. ocurre ese incidente y vuelve a sus labores, pasa una y otra vez el jefe por donde Juan esta trabajando sólo para ver si comete algún error para así poder despedirlo sin prestaciones, ni sus derechos laborales. Juan sonríe pues sabe que el hace bien su trabajo, y con deseos de gritarle sus verdades se contiene, porque piensa en que tiene cinco bocas que alimentar de regreso en casa su mujer lo espera con una sonrisa que al solo ver hace olvidar su mal día en el trabajo y sus hijos se abalanzan a abrasarle y se olvida del cansancio y los levanta uno a uno. feliz de estar de nuevo en casa sonríe sin preocupación. Pensando que mañana sera un día mejor.