Rapsodia del tiriritero

¿Es esto la vida real?

¿Es solo fantasía?

Estoy atrapado en la tierra sin escapar de mi propia realidad.

Abro los ojos…. Veo la ventana del despacho de mi casa apagada por la noche profunda del domingo. A mi lado descansa mi quinta copa de rioja y a su derecha mi blanca cena esperando para transportarme a mi frágil jaula cerebral.

Tiro al cubo de aluminio su cilíndrica y blanca silueta.

¡Esta noche No!, esta noche no me ataré a ti, no abrazaré tu amor cuerdo. Esperaré a sentir qué me aporta tu falta a mi torrente sanguíneo. Hoy escucharé a mi Pepito Grillo, escribiré en esta hoja la sensación de quitarle los grilletes a mi amo.

La copa se vacía repetidamente, la mano que sostiene el azul bolígrafo me tiembla y escribe pensamientos duales, inconexos entre sí; atisbo a leer “No te dejaremos ir, NO, NO, NO”

He liberado a mi amo, encadenado en química; su sombra encorvada se extiende dentro de mi alma enviando escalofríos por mi espina dorsal. El cuerpo duele, se parte en dos mitades.

Escribo a Mamá: “la vida acaba de empezar, no es mi intención hacerte llorar si mañana no vuelvo a estas horas. Tengo que dejaros a todos atrás y enfrentarme a la verdad Acabo de matar a un hombre, el gatillo se ha disparado en su cabeza. Ese hombre soy yo”.

Como Fausto firmó su trato, yo he rubricado el mío dándole todo el poder sobre mí sin pedir nada a cambio. Belzebú no me dejará ir, nunca me dejó ir ; “Oh Mamá mía , nada realmente me importa ahora. La noche se intensifica y parece que vuelvo en mí. Me siento un animal hambriento persiguiendo a una presa, exaltado y excitado a la par”.

Siento que es humano al notar su frío sudor en mis manos que como fauces aplastan su cuello palpitante hasta notar su último estertor. Mamá, volví a matar. Mi amo está satisfecho, me lleva a mi lecho a descansar.

6:23 am el despertador suena como cada lunes al alba para comenzar en orden cronológico la rutina.

Hago ejercicios 15 minutos, me ducho siempre con el mismo jabón eua d’ Orange de Hermes, me lavo los dientes 5 minutos exactos y siempre con la mano derecha. Me visto, como siempre, empezando por el calcetín derecho y continuo hasta abotonar mi perfectamente aprestada camisa blanca de cuello italiano Boggi MIlano. Hacer la rutina es importante para mí , no hacerla podría tener consecuencias.

Sé que, a los 25 años, el hecho de que tu Mamá te deje el almuerzo y una nota en la nevera para recordarte que te tomes las dos Chlorpromazinas, no es lo más habitual, pero yo era especial. Tiré el plástico que las contenía a la basura, justo encima del arrugado papel de notas ininteligibles que escondía la dosis que ayer no tomé mientras escuchaba música en mi despacho.

Llego puntual al trabajo, 8:00 am; una vez alguien me dijo que llegar tarde era una falta de respeto, pero llegar antes tampoco era ser puntual. No me ayuda salirme de mis rutinas cronometradas.

Es un lunes extraño, todos los compañeros de la oficina están exaltados hablando sin parar en corrillos y lo que es más raro, hoy me dirigen la palabra.

Como simple becario que hace fotocopias y reparte cafés me siento a gusto en mi anonimato. Todos comentan que Brian Taylor, el jefe de departamento de finanzas de perfecto pelo engominado y que viste como si aún estuvieran de moda lo yuppies noventeros, ha aparecido muerto en el mismo parque al que presumía ir a hacer running cada noche.

¿En serio les afectaba su descomunal muerte? la de ese bastardo que me obligaba a salir a almorzar a las 11:00 cuando sabía que mi rutina necesitaba que fuera a las 10:23. Ese que me llamó el viernes esquizofrénico delante de todos para mostrarse poderoso y mostrarme diferente a ojos de ellos.

¡No!, no tenía razón nosotros dos somos iguales a los demás, si las rutinas y la medicación las seguimos correctamente.

Música:

Bohemian Rhapsody» es una canción y sencillo de la banda británica de rock Queen. Fue escrita por Freddie Mercury para el álbum de 1975 titulado A Night at …Autor(es): Freddie Mercury

Productor(es): Roy Thomas Baker, Queen