De vuelta a casa, vi que salía humo por la chimenea, imagine que alguien estaría cocinando una rica cena para darme la bienvenida. Pues hacía mucho tiempo de mi partida, una travesía que me había propuesto, ir a conquistar el mundo y poder tener que conversar en las reuniones.
Al acercarme más, noté que había mucha calma en el lugar donde salía el humo, nada de ruido solo se escuchaba el chasquido de las brasas ardiendo, eso me intranquilizo un poco, pues no había nadie que estuviera cocinando. Revisé
con cautela toda la casa, habitación por habitación y no había rastro de persona alguna, raro esto porque en casa siempre había alguien; llegué hasta el comedor y sobre la mesa estaba una nota » Espérame amor mío que fui solo por poco de sal donde el vecino, desde que te fuiste y tu padre murió, él ha sido como una bendición para mí». Eso me tranquilizó un poco, pero no entendía porque la leña estaba ardiendo, como si alguien estuviera preparando algún alimento.
Al cabo de un buen tiempo, me di por vencido de esperar y enfilé hasta la casa del vecino aquel que mencionaba la nota. Llegué a una cabaña que estaba como a 300 metros y toqué la puerta, después de unos cuantos golpes apareció un niño en la puerta y me quedé sorprendido y casi caigo desmayado, ese pequeño era exactamente a mi cuando tenía 6 años, me dijo pasa y me tomó de la mano, yo me sentía confundido y también nervioso, pues creía que estaba soñando o delirando.
Al cabo de un rato y una vez que me repuso del impacto, traté de ver dentro de aquella casa, pero lo que vi no me dejó satisfecho; efectivamente estaba mi madre charlando con el vecino y alrededor de ellos había mucha ropa, eso me intrigó más y quise avanzar hasta ellos, pero no tenía fuerzas, caí al piso con intenso dolor estomacal y luego no supe nada más hasta que desperté en la cama de un hospital. Según indague a las enfermeras que me atendieron, había pasado 6 años en coma luego de haber sufrido un accidente de regreso a casa junto a mi padre.
Quedé estupefacto, pues no sabía que había pasado ni donde estaba mi madre y que había pasado con mi padre. Días después recibí la visita de un pequeño, el pequeño que me había abierto la puerta en mis sueños y luego apareció mi madre vestida de negro y con cara de alegría y tristeza. El pequeño era mi hermano, que había nacido meses después del accidente con mi padre y ya estaba por cumplir 6 años y era el último fruto del amor de mi madre y mi padre.
Mi padre había fallecido en el accidente, y mi madre había perdido su casa en un incendio, producto de haber dejado la leña en encendida justo el momento que se enteró del accidente donde quedé en coma y mi padre había muerto.
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