Escurre fría y presurosa por entre mis pies casi sumergidos
sentada en una piedra rugosa y gris, la oigo bajar desde lo alto
cantando, sonriendo corriendo, arrastrando a su paso cuanto hay
burbujea entre las rocas buscando, entrometida, invadiendo
viene fría y olorosa, cargada de matices forestes y terrosos
la fuerza golpea la piel y empuja los miembros blanquecinos
una caricia torpe , casi brusca de este inquieto riachuelo
al borde en la orilla se estiran las rocas y las raíces a tocarlo
se lleva ademas mis lagrimas que diluye en este manantial sonoro
arrastra también mis penas a cada arremetida feroz del agua
arrastra una niñez e inocencia perdidas en este mismo sitio
en medio del agua, con abrazos furtivos de un verano infinito
arrastra por fin mi esencia que se ha metido entre las rocas
que como el agua va buscando algún sendero nuevo y certero
que toca el fondo plagado de musgo, tierra , arena y sedimento
que escapa y huye hacia la luz siempre huyendo del tiempo.
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