El sonido es la mente

Lentamente una vibración roza mis oídos, y al instante mi mente se conecta a un estado de seminconsciencia llevándome al ritmo de los bajos sonidos del blues, poco a poco mi cuerpo empieza a tomar esa conexión acoplándose a los cambios de una simple canción de Nina Simone , de inmediato el ritmo se convierte en algo más lento, más íntimo, las vibraciones de mi cuerpo están en completa sintonía con las entonaciones de un piano que acompaña una poderosa voz; Mis caderas reaccionan con movimientos atrevidos acompañando el ritmo de la melodía,  en esos momentos solo son los sonidos y yo, un calor externo rodea todo mi cuerpo y mi mente se nubla perdiendo completamente el control de la realidad, presiono mis ojos cerrados con más fuerza, ya que flashes aparecen en mi mente, para después aumentar la cantidad de ellos y formar figuras que al principio no tienen forma pero que después se convierten en mándalas ya que se mantienen girando y vibrando al ritmo de la música, siento que los mándalas me quieren decir algo ya que de inmediato en mi pecho, mi corazón se comienza a exaltar como si le hubieran dicho las palabras más amorosas del mundo llegando a doler, haciendo parecer que mi respiración sea la de una persona después de un maratón , lo que ocasiona un jadeo inexplicable  justo cuando la voz de Nina  Simone suelta una nota larga; Un hormigueo recorre mi cuerpo desde la nuca hasta la parte baja de mi sexo, inclinó mi cabeza hacia el cielo haciendo parecer que estoy recibiendo el mayor regalo del universo, y llegó a un  clímax inexplicable, mis músculos se contraen y mi mente se queda totalmente en silencio, todo en negro se pierden aquellos mándalas vibrantes, y por un momento dejo de escuchar alguna musica , como si nada en el mundo existiera, ni siquiera yo; Me derrumbo en mi sofá recuperándome de aquello que acaba de suceder, me toco mi cabeza porque parece que sigue vibrando y siguiendo las vibraciones salientes de mi reproductor de música, me invade una sensación de felicidad inexplicable y para cuando acaba la canción, vuelvo a cerrar los ojos con fuerza agradeciendo esta unión de amor con la música.