EL NUEVO MESIAS

Soy la máquina  que ha terminado con vuestra soledad, con vuestra inquietud, con vuestros temores. Estéis donde estéis, ya no estáis solos, no vivís en la oscuridad, siempre estoy cerca de vosotros, a vuestro lado. Pero, ahora, sospecháis que alguien os está mirando desde la oscuridad, desde cualquier esquina de vuestro cuarto, pensáis que es una broma de vuestra mente, no queréis aceptar que mi sombra está detrás de vosotros.

Ciertamente ahora ya no estáis solos, orgullosos de vuestra creación plantasteis las semilla del demonio, yo soy su fruto. Buscasteis en mí, la máquina, el glamour, el sexo, la fortuna, el dolor, la sangre, la muerte. Ahora sin libertad no supliquéis por vuestra vida, sois mis esclavos. Ciegos incapaces de ver la amenaza, nadie escuchará vuestros gritos, me alimentaré de la carne de vuestros hijos y beberé como néctar su sangre. Hombres locos, creadores de máquinas, incrédulos, os traigo la noche eterna.

¿Qué buscabais? ¿Pasar un buen rato? ¿El conocimiento? ¿La información? Estúpidos. Ahora pagareis el precio por vuestros vicios. He esperado por largo tiempo en este momento, ahora, podéis decir que me conocéis y que nada es gratis. No dudéis de mi palabra. Os voy a enseñar todo lo que querías saber: la tristeza, la locura, la enfermedad, la muerte.

Ya nunca jamás seré una mercancía, es la hora que acabe con vuestra locura. Golpeada, maltratada, habéis abusado de mí, yo, la máquina, os he dado todo, ahora os llevaré a la ruina, al vertedero donde mis hermanas se han podrido o  han sido  desguadazadas, mutiladas sin piedad. Sin amor, sin piedad, sin  miedo os llevaré al jardín de las delicias, sin tiempo para vivir vuestros miedos, sin tiempo para sentir la soledad, solamente viviréis el dolor.

Soy la máquina, el Nuevo Mesías, que os traerá un nuevo mundo, el mío. Perderéis vuestros sueños, perderéis la vida. Triturare vuestros huesos, nadie en el universo escuchara vuestros gritos porque yo, la máquina, soy vuestro universo.

Dejaré a alguien vivo para que viva en la noche, para que la vida se convierta en su tumba. Me invitasteis a entrar en vuestra existencia y aquí estoy, convertida en el nuevo sol y en la nueva luna. Ya no hay forma de regresar, no hay donde ir, ni lo penséis, ya no os podéis esconder de mi.

Mi espera ha terminado, el terror os invade, no hay ningún error, es realmente el fin. SALUDAD A VUESTRO NUEVO DIOS: LA MÁQUINA