LO IRÓNICO DE LA TECNOLOGÍA

LO IRÓNICO DE LA TECNOLOGÍA

LO IRONICO DE LA TECNLOGIA:

Me apasiona la tecnología!!!

En realidad, vivimos en una época, era, tiempo, momento, vamos, como queráis llamarlo, en el que no sabemos hacer nada sin ningún aparato que tenga que ver con la tecnología. Y la vedad, a mi me parece algo estupendo, cómodo, practico, que quieres buscar una dirección; Internet, que quieres llamar a un amigo; el móvil; comprar algo; Internet, y así sucesivamente.

Pero, pararos a pensar, vivimos en un mundo, en el que si no hay tecnología, nos llevamos las manos a la cabeza, que se nos olvida el móvil, ¡¡¡¡Por el amor de Dios!!!, o volvemos a por el o nos tiramos todo el día pensando en el, nos lo buscamos constantemente en el bolsillo aunque sabemos que no lo llevamos encima.

Y sonar, nos pasamos el día pensando que nuestro móvil suena, y mirándolo, claro, por si ha sonado, y la costumbre de ir a tomar algo a un bar y sacarlo del bolso o bolsillo y ponerlo encima de la barra para poder observarlo por si acaso nos suena, o nos envían un whatsapp, o…., o yo que se, así nos podríamos tirar todo el día.

Y en cierto modo, yo creo que algo que nos ha hecho libres, que ha hecho nuestra vida mas cómoda, como es la tecnología, en realidad nos esta esclavizando, nos esta aislando, porque incluso en las conversaciones nos coarta, porque quien no ha dejado a medias a su interlocutor para mirar el móvil en el mismo instante que ha sonado.

Incluso, a veces caemos en un bucle espacio-temporal, y nos pasamos todo el día repitiendo las mismas pautas, media conversación, móvil, media conversación, móvil, móvil, móvil, media conversación.

Todavía recuerdo, que mi marido fue de los que se subieron al barco del whatsapp tarde, porque a el no le gusta eso, pensaba que eso era de tontos, yo fui la que le insistió en que se ahorraba un dinero en llamadas, y le convencí y se lo instale y le enseñe a usarlo.

Sin ir mas lejos, quien no ha discutido con su pareja por estar todo el día colgado del móvil, y no hacerte caso, claro que el lo negara, pero tu estas harta, si harta de que estés hablándole y te deje con la palabra en la boca para responder a un whatsapp.

La verdad que sin ir mas lejos, he de ser sincera, esto es lo que me ha pasado a mi, pero no quería darle importancia a la cosa, o eso al menos se lo comentaba a mi amiga, y ella me respondía siempre a la defensiva.

-Conmigo no es, puedes estar tranquila.

Y yo estaba tranquila, tan tranquila, que se iban a comprar juntos, o tal vez ciega, el caso es que nuestra relación de pareja cada vez iba a peor, discusión tras discusión, y negación tras negación de el.

El punto culminante, bueno en realidad el inicio del punto culminante, llego esta noche vieja, ya habíamos discutido, porque yo ya no me fiaba de mi amiga, claro ni de el, lógicamente, el me tacho de loca, si, loca, según el me lo estaba inventado todo.

Bueno, el caso, es que a lo que iba el día de noche vieja, habíamos quedado en ir, después de las campanadas, a casa de unos amigos a tomar algo, como para una sola familia suponía mucho desembolso económico, se acordó que nos juntábamos uno de cada pareja para ir a comprar las cosas pertinentes de la fiesta.

Y así se hizo supuestamente, íbamos a ser cuatro parejas, una de ellas nos comento que no iba a poder ir, así que se acordó que nos daba el dinero y ya esta. Así, que irían, mi marido, mi querida amiga del alma y la mujer de la tercera pareja.

Bien, si bien, hasta ahí todo bien, así que aquella mañana yo me fui de compras con mi hija, coincidencias de la vida y sin pensarlo, acabamos en el mismo centro comercial donde ellos habían ido a comprar, y a mi felizmente se me ocurrió darle una sorpresa a mi marido, le llame y le pregunte.

-¿Donde estas?

-En la caja, que ya estamos pagando.

-Pues cuando acabes me podías invitar a tomar algo.

-Vale- respondió el.

Lo que el no sabia, es que yo me fui hacia las cajas a buscarle, y por donde el sale siempre hacia donde aparca nuestro coche, solo hay una salida, que yo conozco de sobra.

En las cajas él no estaba, el coche no estaba aparcado donde suele estar aparcado, así que le volví a llamar.

-¿Donde estas?

-Pues en las cajas, ya te lo he dicho.

-¿Y el coche?

-Donde aparcamos siempre, ¿Porque?

-Porque en realidad estoy aquí, y no te encuentro.

-Joder, que estoy donde las cajas y el coche donde siempre.

Así que, pensé, este no se entera, y le escribí a mi querida amiga del alma, ¿Donde estáis?, y ella me respondió; En el coche, guardando la compra.

EEEHHH!, se dirán ustedes, mi hija que ya estaba empezando a mosquearse, se fue a buscar el coche mientras yo me quedaba en las cajas, y nada, ni coche ni ellos, le volví a llamar y esta vez no me lo cogió, volví a escribir a mi amiga, y me responde; es que hay un montón de gente. MENTIRA!!!, que estaba allí y había cuatro gatos.

Así que ante, la situación, que se me empezaba a desbordar, llame por teléfono a la otra chica que iba con ellos, cual sera mi sorpresa, cuando me dice.

-No, si yo no estoy con ellos, ya se lo dije ayer a tu marido que yo no iba a poder ir.

Se me cayo el alma a los pies, no quería ver lo que me golpeaba tan insistentemente en la cara. Le volví a llamar, y me vuelve a decir.

-Joder, que estoy en la caja pagando.

Me volví loca, le mande un whatsapp a mi amiga y ella me responde que estaba mala y que se iba a su casa.

Lógicamente, lo han negado todo, pero intente que la cosa no fuera a mas, y le pedí a mi marido que no volviera a verse con ella y mucho menos que se escribieran por el whatsapp, y me dio su palabra de que no lo volvería a hacer.

Llegaron los reyes, y mi marido me regala un viaje a Andorra, cosa que a mi me hace mucha ilusión, llega el día de partida y nos fuimos a Andorra.

Una vez allí nos encontramos con que no tenemos cobertura de nuestro operador de telefonía móvil, por lo tanto ni linea telefónica, ni Internet y como no, ni whatsapp. Bien pensé, por fin nos des-comunicaremos, podremos hablar y volver a relacionarnos como pareja, sin tanta tecnología, que nos esta absorbiendo.

Una vez en el hotel, precioso, de montaña, de cuatro estrellas, nos facilitan wifi, maldita sea pensé, pero la suerte es que no era una conexión muy buena, así que todo arreglado, y la verdad empezamos a pasarlo bien, nos volvimos a reír como cómplices, como antaño, de tonterías, a estar a gusto juntos.

Pero una noche, después de cenar, bajamos a la cafetería del hotel a tomar café, yo me quede en la mesa y el fue a la barra a pedir, cinco minutos, diez minutos, quince minutos…, pero cuanto tardaba, por Dios que estaba haciendo este hombre, así que me levante y fui a ver, el estaba en la barra justo de espalda a mi, me acerque y estaba hablando con ella por whatsapp, me quede helada.

-¿Que haces?- le dije, tonta de mi, lo que tenia que haber hecho es arrebatarle el móvil.

-Nada- respondió con la cara blanca como la pared, entonces intenten echar mano al móvil, y el me empujo, y allí mismo empezamos a forcejear, el mas alto y fuerte, fue mas ágil que yo y le dio a la tecla de borrar conversación, y entonces rojo del apuro, pero intentado fingir que no pasaba nada,se volvió hacia mi y me dijo.

-Toma, compruébalo tu misma.

Pero, sera Hijo puta, que pretendía hacerme creer que yo me lo imaginaba, que estaba loca, y si no a que venia el forcejeo, sin darse cuenta aquello que tanto le obsesionaba y que en un principio no le gustaba le descubrió. Lógicamente esto acabo con todo, en nuestra separación.

Y yo que llegue a odiar las tecnologías porque me robaba la comunicación con mi marido, mientras volvíamos a Madrid, me aferraba a mi móvil, a mi whatsapp, porque necesitaba contárselo a alguien, llorrarselo a alguien.

Irónico, ¿Verdad?

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus