YO, CHARLIE

Reverso:

Amado profeta Mahoma:

¡Al-lahu-àkbar!

Lo pronuncio melódicamente para endulzar tus oídos.

¡No gritándolo ni manchado con sangre inocente!…

¿Era necesario colocarme la chilaba blanca que me ofrecieron los ángeles (de Rossetti) para poder entrar en tu jardín?

Mejor así. Pues jamás iría vestido con ropas oscuras y portando un Kalashnikov. La única arma con la que he tenido el placer de luchar en la vida fueron mis lápices de colores que dibujaron rebeldía y crítica con sátira y humor… mucho humor… del negro.  Tan negro que mírame dónde estoy ahora ¿…? Aprovecho la ocasión, Muhammad, para pedirte disculpas. Sé que a tus innumerables seguidores no les hacía ninguna gracia las caricaturas sobre tu persona ¿Que atrevimiento fue el mío que sin haberte visto nunca y sin creer siquiera en ti ni en “Él Barbas” te ponía cara solo con la imaginación? Por favor acepta esta postal, en tu honor, inspirada en los llantos de injusticias provocados por tus más perversos súbditos cuando hirieron de muerte y odio a la ciudad del amor.

¿Todo está perdonado?

¡Espíritu de la libertad enciende corazones de esperanzas!

Destinatario:

D. Abú-l-Qásim Muhammad Ibn

C/ Profeta, 622

Reino de los Cielos Infinitos

Firmado:

Charlie Hebdo