Reverso:
Querida Lucía:
Durante mis vacaciones por Huelva compré varias postales con motivos típicos y me prometí enviarlas todas a sus destinatarios por no dejar de escribir tanto tiempo. En ello estaba cuando esta postal se despegó de otra que sí había elegido; vi lo insulso de la presente y me dispuse a archivarla en la papelera más cercana, ¿pues no era una ficha de botánica? Era una postal no deseada, era una polizona, era burda, en definitiva, era una postal sin destinatario.
Antes de depositarla en una sucursal del vertedero del olvido le lancé una última mirada, la del hombre ahorrativo, la del hombre austero… Me dio un calambre en la mano y la retraje con la postal aún asida. Al final decidí mandártela a ti, ¿por qué?, porque tanto la imagen como el texto me recordaron aquella temprana y tormentosa pasión que vivimos, ¿te acuerdas?; me imagino que tú también suscribirás el texto y mis palabras.
Un gran beso por el recuerdo de aquellos escasos frutos que saboreamos entre espina y espina. Te quiero volver a ver, he de comerme esa tuna aunque me espine la mano.
Nacho.
Destinatario:
Lucía de mis atardeceres
C/Movida de los, 80
Madrid
OPINIONES Y COMENTARIOS
comments powered by Disqus