HALLEY

Querido hermano:

  Desde la muerte de nuestros padres, en tan breve espacio de tiempo, me he ido distanciando de ti, aún sabiendo que me necesitabas, la razón ha sido, huir de mi mismo. Se cuanto sufristeis, tanto ellos como tú.

  Os fallé  en todos los sentidos, sabiendo el sacrificio que hicisteis para que fuese médico, y ni siquiera acabé la carrera.

  He vivido atrapado en mi egoísmo, buscando siempre los placeres del materialismo, ignorando a los que me amaban de verdad. No solamente he dañado mi alma sino también mi cuerpo. Vine a este país por curiosidad, buscando sensaciones nuevas ¡y vaya si las encontré! Nunca pensé que este viaje cambiaría mi vida.

  He conocido al ser humano abandonado, por ese otro mundo, que grita su muerte en silencio, y por primera vez en mi vida he sentido responsabilidad.

  Estoy ayudando a un misionero con mis conocimientos de medicina. En esta labor humanitaria he experimentado una gran paz en mi alma.

  Con la ayuda de Dios y la esperanza de tu perdón me quedaré aquí mucho tiempo.

  Esta navidad, yo también he visto la estrella, voy a seguirla con todas sus consecuencias.  Juan

Daniel

C/ Esperanza, s/n

ESPAÑA