Yo soy una junta ejecutiva. Nunca estoy sola, a excepción de aquellas veces en que no me miro al espejo, me pongo tapones en los oídos, me lleno la boca de comida y a mis neuronas las pongo de penitencia.
Yo soy una junta ejecutiva. Nunca estoy sola, a excepción de aquellas veces en que no me miro al espejo, me pongo tapones en los oídos, me lleno la boca de comida y a mis neuronas las pongo de penitencia.
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