Querido mío, traes los zapatos llenos de barro, tanto por dentro como por fuera; el culo sucio hasta tu propio DNI; el morro maquillado de ocre hasta los ojos.
Mañana, querido Ford, no volvemos al spa, iremos por asfalto.
Querido mío, traes los zapatos llenos de barro, tanto por dentro como por fuera; el culo sucio hasta tu propio DNI; el morro maquillado de ocre hasta los ojos.
Mañana, querido Ford, no volvemos al spa, iremos por asfalto.
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