Me expulsaron del Club por defenderme de insultos y menosprecios

Me expulsaron del Club por defenderme de insultos y menosprecios

Xoán Pérez

22/09/2017

Xoán F. Pérez Argibay

EXPONE:

Antes de nada decirles a los que dicen que para una discusión se necesitan dos, etc., que me gustaría que ellos fueran intento de menosprecio e insultos como a mi, a ver si pensaban lo mismo. A ver si decían que para una discusión se necesitan dos, y que no hay que hacer caso. Todo tiene un límite

Y este Club se dedica a expulsar y a censurar a quien contesta a perfectos energúmenos. Firmar una aceptación de normas no significa bajarse los pantalones y aceptarlo todo.

Los perfectos analfabetos funcionales, que se mueven como lacayos detrás de un bufón -igual de iletrado como ellos- entrando en los textos de los demás (en este caso en los míos), para intentar burlarse. Lo que no saben ellos, porque sus neuronas están muy atrofiadas (como un retrasado que me llamó “Profesor” intentando burlarse no sé de qué) es que además de quedar en evidencia, demuestran sus carencias como personas, y su perfecta inutilidad literaria. Que además se puede comprobar en sus patéticos relatos.

Mis relatos están siempre entre los más votados, y venían siendo objeto de halagadores comentarios literarios, hasta que llegó la banda de los analfabetos funcionales.

Comentario de Simón Virdaén sobre mi expulsión y el comportamiento de cierta gentuza, que ni sabe escribir, ni sabe comentar:

Yo leí el comunicado de Xoán y me quedé asombrado, porque realmente, también leí a otro miembro mofándose de él y humillándolo en público, con toda una troupe de otros parecidos a él que le bailaban el agua y le rendían pleitesía. Debe ser un reconocido maestro de unos cuantos, para que en vez de sublevarse lo aplaudan.
De hecho, le dejé un mensaje a Xoán pero desaparecieron ambos, el suyo y el mío.
No había tenido oportunidad de leer el despliegue de este miembro que llama a Xoán peyorativamente “el Profesor” porque recién me choco con él hoy. Ya veo que somos demasiados.
Lo que me asombra, más que su prosapia verborreica, es que los demás le bailen el agua y se hagan eco de sus decires, hasta felicitándolo por ellos.
Eso me parece bochornoso, pero no por el miembro en cuestión, sino porque denota un servilismo que a mí, por lo menos, me da vergüenza ajena. El miembro en cuestión, sin toda esa corte de obsecuentes, llevaría la guerra solo y puede cansarse o no cansarse, pero por lo menos estaría en paridad.

Yo también tengo serias diferencias con Xoán que no he ocultado, pero no ando por ahí haciéndolo pedazos. Las dirimo cuando las tengo que dirimir, entre él y yo, cosa que me parece mucho más razonable que echarle el Club entero en contra.
Y cuando está escorado, también le he echado una mano, porque eso hacen los compañeros, aunque tengan insoslayables diferencias de criterio.

Pero bueno, habrá que ver por qué, en el fondo, todos los que secundan el linchamiento en la plaza, lo secundan.

Vuelvo a lamentar la expulsión o el bloqueo de Xoán Argibay, pero mucho más lamento compartir espacio con obsecuentes y claques que permiten burlas despiadadas entre los miembros en vez de promover un espacio de sana convivencia y crecimiento que es lo que mejor nos vendría a todos.”

Pues yo añado a las palabras de Simon Virdaén estas:

Soy Xoán, Simón me alegro que dijeras varias cosas aquí. Para hacer lo que hice ya tengo que estar muy cansado.

Como bien dices hay muchos comentarios intentando mofarse de mi persona y de mis relatos. Lo que pasa es que yo estoy por encima de esos comentarios, y mis relatos hablan por si solos. Creo que nadie me rendía pleitesía, la gente que comentaba mis relatos lo hacía con honestidad (eso creo), y sólo unos cuantos (porque me llevaba bien con la gran mayoría (y somos muchos), se dedicaban a atacarme personalmente, o a entrar en mis textos intentando desacreditarme de forma nada literaria. Y eso se podía comprobar perfectamente.

No digo que yo no me equivocara alguna vez en las respuestas, pero no se puede permitir que este Club permita burlas y comentarios personales sobre textos de otros, como yo tengo sufrido -siempre los mismos-, simplemente por el hecho de que no les gustaba lo que les decía (mis comentarios a sus textos), y lo decía literariamente y con mucha corrección. Esa gente, cuando no entendía mi comentario (literario y correcto), incluso cuando era positivo para sus egos, aprovechaban la mínima ocasión para intentar mofarse de mis textos, y entrar en el terreno personal. Lo que pasa es que yo tengo una carrera literaria, no soy profesional, pero gané unos cuantos concursos literarios en Galicia, y tengo publicaciones, y esa gente tiene mucho que aprender. No tienen ni pudor en dejar ver en público sus muchas y graves carencias literarias. Por no hablar de la falta de educación y clase. Y además como tú bien dices, siguen a cualquier bufón de turno como perfectos lacayos.

Eso sí, no estoy dispuesto a callar ante tales comportamientos, por mucho que lo permitan en este Club. Y no sólo lo permiten, también me expulsan a mi.

Me bloquearon y me expulsaron, y sin embargo hacen caso omiso en este Club a los comportamientos de esta gente. Acepto mis errores, pero no acepto nunca que se me intente vilipendiar públicamente, siempre los mismos como dije, y gente que no sabe ni escribir ni tiene la educación necesaria.

Lo mío fue un linchamiento, pero es algo que no me preocupa, porque yo puedo dormir tranquilo a pesar de mis errores. Este Club no tiene honestidad, ni criterio, ni ecuanimidad.

Simón alegro de que dijeras un par de cosas aquí. En cuanto me descubran me expulsan, pero aquí dejo esto. Os deseo suerte a todos, porque la vais a necesitar; dado que este Club se dedica a llamar la atención a la gente perjudicada, en lugar de comprobar los comentarios y quien se dedica a insultar, vilipendiar, y a hacer de esbirro de algún que otro impresentable.

Un saludo.

Xoán F. Pérez Argibay

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