A fines de ese invierno
abrimos los ojos
y un sol de primavera nos llegó como lluvia de abril
(siglos guardaban la memoria de la especie y la despertaron)
Por esos días Santiago era el inicio de un tiempo oscuro
Y entonces
Dijimos las palabras que dejaron paso a los besos
y nuestros nombres se unieron para traer a nuestros hijos
Bajo el sol de fines del invierno tratamos de llenar el espacio
en donde nuestra piel encendió el deseo de ser nosotros mismos
Llevamos como equipaje secretos anhelos y esperanzas
Luego Santiago fue un lugar de luces largas risas o silencios
nos crujieron los huesos afanando pasos
golpeamos las calles y nuestras voces emergieron
La música del paseo refrendó nuestro deseo
fuimos niños corriendo por los días anteriores a la adolescencia
hijos del silencio los besos y las manos fueron
ojos/bocas y nuestros cuerpos se reconocieron
Fue primavera otoño a media tarde
Fue Santiago una fiesta de hojas y brisas ebrias
Fuimos un antiguo tiempo y uno solo
Frans Gris
OPINIONES Y COMENTARIOS