Sobre un mundo de cartón
soñé con un mudo amor,
pero llovía envidia,
perros sucios nos gritaban.
Ladraban truenos y carbón
bramaban odios sin razón,
tramando daños al día
cegando luces de vida.
Viví sordo de corazón
fui ciego, sin palpitación,
sobre ríos de lluvias
contra vientos e inquinas.
Sobre un mundo de cartón
quise un cielo de pasión,
donde brotaran las quimeras
y rauda fluyera la esperanza.
Ansió el mar la destrucción
olas con sal de agresión,
y nos caló la distancia
nos hundió la añoranza.
Roto el mundo de cartón
cuando el cielo ennegreció,
vi reinar a la angustia
y las rimas ahogadas.
Emergimos en el ardor
en otro mundo de cartón,
alejados de las aguas
escapando de su rabia.
En mi mundo de cartón
somos carne de hormigón,
almas de hierro y piedra,
como un fuego de hiedra.
OPINIONES Y COMENTARIOS