Mi fiel caballero,
Cómo corcel que cabalga al viento, sin rumbo. Cómo alma que huye del recuerdo. Cómo dama que se ruboriza ante el menor vestigio de la mirada de su amado. Así evito vuestros recuerdos.
Tantas luchas encarnizadas que traspasamos con la espada de la unión y del respeto.
Tantas guerras sin sentido alcanzan nuestros recuerdos, que a galope trata de ganar, todo lo que vos: mi fiel caballero; me brindó en principio para quitármelo luego. Atormenta mi mirada y turbia mis sentimientos. Envuelve mi alma, dejándome ciego, ciego de amor que aun por vos siento.
Me abruma vuestro recuerdo, e incapaz me siento de brindaros ni un momento más de mi vida. Sólo por temor a que ya mi tan débil corazón se empecine de nuevo, con vuestras sonrisas, con vuestros silencios.
Pero tanto temor siento yo como el que sentís vos al encontrarme de nuevo, temor como el que os envuelve cuando buscáis mi mirada, tan gélida como el hielo, sin más sentido que el seguir fingiendo.
Tal es mi amor, mi fiel caballero, que día tras día yo sigo muriendo.
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