Quinto Poemario (Los demás están en la biblioteca imaginaria)

Parte primera: Del pasado amor.

(I)

Sangre, que escucho correr

Borgoña y carmesí te veo caer

¿Es mi corazón o es mi sien?

El que suplica en un grito ahogado

que deje de beber

Porque aún así, él no va a volver.

(II)

Recuerdo tu mirada

y cómo mordías el labio inferior

Tu ansiedad por las agujas del reloj

ese, que para mí sigue ahí

marcando las cuatro en punto

fijando la hora que nunca llegó.

(III)

No pude decir nada

No te detuve

No pude

No giré

No.

(IV)

Aquella esquina, oscura y pálida

Donde languidece mi corazón

Y mis venas se vuelven espinas,

Ahí estoy sentada

Esperando, Dios sabe qué,

Tal vez, solo tal vez…

El reflejo de tu regreso me llama

Y no lo contengo

Salgo a tu encuentro

Me caigo entre las rocas y el musgo

Fue un golpefuerte,

Realidad.

(V)

Siempre idealicé el amor

He ahí mi problema

El amor, perfecto como tal,

Solo existe en dos lugares:

Los libros y en mi mente.

Parte Segunda: A LOS AMORES PRESENTES.

(I)

Madre, tú que nunca me negaste

Tus caricias,

Besos, abrazos y consejos

Que quitabas el pan de tu boca,

Para darme las migajas,

O cuánto daría yo,

Por revivir más de esas horas.

No estés triste, madrecita

Por favor, ya no llores

La vida es dura, lo sé

Pero no me partas el corazón

A mí también.

Desde que mi padre nos dejó,

¡Oh, madre mía!Cómo hemos sufrido

Pero seguimos vivos.

Arriba ya, viejecita

Es hora de levantarnos

un día más de lucha, mamita

Salir adelante aunque,

El sol queme y otra vez se oscurece.

(II)

Ya es otoño, y como jugando,

otra vez, el tiempo nos engaña

nos dice que es paciente cuando ya se va,

y que se muere,

cuando recién está naciendo.

(III)

Amigo mío,

si te puedo decir así,

casi no nos conocemos,

llevo la cuenta y

me doy cuenta

que solo tres veces nos hemos visto,

de esas una por error,

otra por invitación

y la tercera con tardanza.

Es muy gracioso, amigo mío

que las circunstancias se hayan

escrito así,

como un curioso poeta prueba

nuevas formas de escritura,

así Dios trazó

una línea de encuentro

En nuestros caminos.

Ojalá me vuelva a cruzar,

con la sonrisa nerviosa

y las cejas dudosas.

No sé si el fingir tener,

la mirada concentrada en la pared,

es por mí o por alguien más,

solo pido:

Ojalá nos volvamos a ver.