Un espejismo vespertino-
sensible a ojos adormecidos-
(de su mente paralela,
que al mundo cayó perpendicular,
empero hoy horizontal),
dio a luz una línea alba,
nacarada de comienzo,
con siniestro desenlace,
¿amor, arte o fantasía?
No tan oscuro todavía.
*
Pero la sombra no abandona,
sigue en pie, no perdona,
acecha el azabache,
la penumbra al fin secuestra.
*
Un haz fugaz divisa,
a pasos pocos, idealiza,
como fuego, enciende imagen,
formas, colores y sonidos.
*
Y así gira en la vitrola,
melancólica melodía.
*
El ser extraviado,
no comprende y suspira,
brisas interrogantes,
¿a este lugar había venido antes?
*
Entonces ve a esa dama,
con la cara borroneada,
enamorado, sin dudas,
acercase, con ansias.
toma su mano, su cintura,
danza una pieza, dulce armonía.
*
Eterno ruedo del amor,
que rodando con las sábanas,
a punto de besar la nada,
lo despierta la mañana.
***
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