Y hoy me debo marchar, para así todo terminar, ya ha finalizado mi tiempo a tu lado, fui amada como ningún otro de los tuyos, la diferencia no fue ser la primera, fue ser la de compañía absoluta en tu búsqueda y transformación.
Yo por mi parte solo cumplía mi misión, una simple y sencilla, la de acompañarte en tu soledad, mientras tus vacíos los llenabas con otros más, estuve siempre ahí en el mismo lugar, gastando una tras otras de las 9 que tuve para acompañarte, y lo que para otros era una competencia de caricia y apegos, yo solo cumplía mi misión de manejar tus egos, esos que viciaban tu existir, y con más espacio interior por cubrir, mas acompañantes llegaban hasta aquí, aunque en ello también hice mi parte, dando luz a mis impulsos de arte. Nombrada como la diosa del amor, mantuve mi reinado con mucho fervor, hasta el último instante recibiendo tu amor. Con arañazos, travesuras y dormidas en tu regazo, percibí tu esfuerzo a cada paso, en el amor y compasión, el emblema de mi confort, pero yo solo queria cumplir con mi misión, la de ser tu amiga, compañera escuchante, aquella de tonos oscuros y ocres, con rayas atigradas y garras afiladas, mostraba mi gerarquia de noble.
Mientra tanto, cuando nuestro entorno fue muy cambiante, tu cabello se hacía más vibrante y fluctuante, pero no desfallecía en mi misión constante, donde cambie 9 vidas de libertad gatuna, por 1 de humana fortuna. Fortuna de tenerte y así poder protegerme.
Hoy solo queda el dolor de la ausencia, pero al pasar del tiempo, los grandes recuerdos de mi presencia, con la misión cumplida de solo acompañarte, y con mis últimas palabras el resumen de mi historia a tu lado ; miaw, miaw (Gracias por tu universo a mi lado).
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