Plaza Mayor

Entre los vecinos del pueblo, de cuyo nombre no quiero acordarme (para que no resbale por mi rostro esa amarga lágrima que da la felicidad perdida), el pasatiempo favorito es pelearse. No importa el motivo, están aburridos y eso les da «vidilla». Es en la plaza mayor, que el nombre se las trae, como se dice por allá, pues no hay ninguna más, donde se libran las más cruentas batallas, como si fuera un circo romano, o el ring de boxeo. No suelen ser físicas, pero si dialécticas esas peleas. Por cualquier cosa, las más absurdas.

Han ocurrido toda la vida, sobre todo entre mujeres, ahora menos, hay menos gente. Pueden ser por unas zapatillas, cuando está la camioneta del vendedor ambulante que viene desde algún lugar lejano, o desde un pueblo cercano:

__ ¡Eeeeh! ¡Qué esas zapatillas las había visto yo primero! __. Se oye una voz que pertenece a alguien que lleva en sus manos un zapato de tacón, ni alto ni bajo, y que lo mira con ojo clínico.

__ Pero si estás mirando esos zapatos…, que no te van a caber en eso pies tan grandes.

O por ser el primero en la cola del frutero, que también llega en una camioneta y viene de fuera. Esto ha provocado altercados  continuamente. Para eso se madruga, para coger sitio, para ocupar el primer puesto, pues si no, se hace muy tarde y no se puede realizar algo que es muy importante y que tiene que ser a una hora determinada. Como podría ser hacer la comida. O eso se dice.

__Oye, oye, que ahora me toca a mí. Pues no te digo la fresca, que me he levantado pronto, y he llegado cuando no estaba el camión aun, rayando el día. Y vas a venir tú, lagañosa, y te vas a colar.

O lo que se oye a veces, para coger  silla en la terraza del bar:

__ ¡Ya he visto un sitio!, ¡por allí, por allí!

__Allí, allí __. Grita otra voz.

__Deprisa, que nos lo quitan

__Ya me pongo yo en medio haciendo de tapón__. Dice la más lenta del grupo por estar un poco «impedida».

Pero no se consigue. Una mujer más mayor, más lenta y más corpulenta y fuerte, se pone detrás y va empujando hasta que aparta a la que está haciendo de tapón, y pasa delante, en un quiebro por su izquierda, haciendo como que no la ha visto

Es una guerra sin cuartel para conseguir lo que quieren. Hay ganadora y  perdedora.

FIN

PLAZA MAYOR DE PALOMAR DE ARROYOS (TERUEL)