Junio, atardecer – Muelle dos, puerto de Valencia.
Mil horas caminaría para llegar a ti.
Aunque no tengo una respuesta, aunque la verdad me detenga, sigo dando pasos lentos y cortos hacia a ti.
Descanso, pero sin olvidar.
Otra vez me armo de valor y saco de una ilusión un don.
Mil horas caminaría hacia a ti.
Aun espero tu respuesta, aún espero al destino, pero adelanto mil acontecimientos para seguir creyendo en ti.
Esfuerzo y valor no me falta. Me engaño para vivir feliz, mientras sigo esperando una respuesta de ti.
Pasan los días, aun no he llegado hasta a ti.
Espero, mientras, sufro.
Sigo creyendo en el destino, me ciego en ti.
Pasan las semanas, me hago fuerte, aunque ilusa de mi, aun tengo la esperanza de llegar hasta a ti.
Espero, sigo esperándote.
Parte II
Final del verano – Cova dels arcs, Alicante.
Ya no camino hacia a ti.
Ilusionada creo ver tu llegada junto a mi.
Sonrío y soy feliz.
Te dedico mi tiempo, mi vida.
Pasan los meses, tu no llegas y dejé de caminar hacia a ti. Vuelvo a esperar una contestación, vuelvo a creer en la esperanza.
Sigo sonriendo, sigo sufriendo.
Te espero, te quiero.
Mi deseo aumenta hacia a ti. Lo confundo con amor , pues mi desespero no quiere esperar al destino.
Dejo por completo de caminar por llegar hasta a ti. Confieso que no pierdo la esperanza, me lo confieso en alto. Para recordarte, para que no te vayas de mi mente.
Me duele, sufro.
No quiero reconocer la ignorancia, pues me ilusiono e invento, para volver a ser feliz como aquel día que tuve el placer de estar junto a ti.
Parte III
Otoño – Playa de la Malvarrosa, Valencia.
El deseo cada vez es mayor, me destruye por dentro.
Ahora soy consciente de la ignorancia, del vacío que dejaste en mi. Ahora estoy estancada, no creo en el destino, ni en la esperanza.
Ya no caminaría mil horas por ti.
Pero te recuerdo, te deseo.
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