El 22 de junio nos despertamos con el rugido de los bombarderos volando sobre nuestras cabezas y los sonidos de las explosiones que procedían del lado donde estaba la estación de tren.  Todos estábamos ahí: Ziuta, Dunek, Ania, Lola, Jasia, mi mamá, mi papá y yo.  Nos enteramos por la radio de la terrible noticia de que los alemanes habían invadido la Rusia soviética.  El ataque fue una total sorpresa.  Nosotros habíamos escuchado sobre el Pacto de no agresión Ribbentrop-Molotov, y no nos podíamos imaginar que pudiera ocurrir una violación de ese tipo.  La evacuación de todos los ciudadanos soviéticos y miembros del Partido Comunista comenzó en cuestión de horas.  La evacuación hacia Rusia era simplemente impensable para nosotros.  El pesimismo extendió sus alas amenazadoras sobre nuestras vidas.  El ejército soviético tomó unos días para retirarse.  Entonces una luz de esperanza apareció.  En lugar de llegar el ejército alemán, una Unidad de Hungría entró en Kolomyja y ocupó las principales Oficinas de Administración.  Pasamos un par de semanas de relativa calma bajo la ocupación húngara.  Ellos reclutaron a un grupo de hombres para limpiar la estación de ferrocarril bombardeada, pero en general las personas que trabajaban allí fueron tratadas bien, e incluso se les daba pan.

Una imagen de esta ocupación de corta duración está grabada en mi memoria.  Nuestro balcón del apartamento en Kolomyja estaba frente a la iglesia Ucraniana y la amplia zona de césped que la rodeaba.  El ejército húngaro ocupó el presbiterio de la iglesia.  Una hermosa noche de verano, los soldados y los oficiales estaban sentados en el césped alrededor de hogueras, donde asaban gansos.  Un soldado tomó un violín y comenzó a tocar una melodía triste e inquietante https://www.youtube.com/watch?v=k-ta-JxZwEU.  Algunos otros soldados comenzaron a cantar la melodía.  Desde el balcón donde yo estaba, pude ver a los hombres que lloraban.  Las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas.  Años mas tarde, cuando vivía en Transilvania, escuché esa misma melodía.  Alguien me dijo que la canción se llamaba La Última Carta.  Poco después, la unidad húngara se fue al frente para ser masacrada por las fuerzas soviéticas; la Gestapo se hizo cargo de Kolomyja y comenzó el terror.

Fin

Parte del libro de Memorias: Light from the Shadows http://www.polish-jewish-heritage.org/eng/06-05_From-Alinka-Light_from_the_shadows.html ahora traducido al español.  Fotos abajo del texto.

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