Obstáculos de la vida

Ellos se habían tenido que ir a quilómetros de su madre y de una de las hermanas para ganarse la vida y seguir adelante para formar una familia. Fue duro pero era su futuro. Con el tiempo nos tuvieron a nosotros tres y empezaron a hacer realidad  sus sueños.

Recuerdo aquellos veranos en los que mi padre cogía su R7 en pleno mes de julio y nos íbamos camino a Andalucía para ver a los nuestros. En el coche los tres apretados cómo en una lata de sardinas, con un calor sofocante, abriendo las ventanillas para poder respirar y entre nosotros discutiendo de si uno estaba más ancho que el otro, que si yo no quería ir en medio, pero a pesar de estos inconvenientes era divertido. Luego llegaban las horas de caravana  y la típica pregunta, ¿queda mucho para llegar? – ¡estamos a mitad de camino! Entonces renegabas e intentabas dormirte para que el viaje se hiciera más ameno. Al cabo de 11 o 12 horas al fin habías llegado a tu destino. La alegría de ver a los tuyos era emocionante, el ver a tus tíos, primos, abuela…no lo cambiaba por nada, el eterno viaje valía la pena. Lo malo era la despedida, llorábamos cómo niños  pequeños  porque no sabíamos cuándo sería el próximo encuentro. Fueron pasando los años y a veces íbamos nosotros para allá  e otras veces ellos para aquí, pero nunca se perdió el contacto, al contrario cada día estábamos más unidos. Nos queríamos con locura.

Un día una mala noticia llegó en la familia…a ella le habían detectado una enfermedad que en principio se podía curar, entonces él decidió venir a vernos para estar todos juntos. Nadie esperaba que fuera la última vez que lo viéramos, al cabo de seis meses una enfermedad se lo llevó. La noticia fue muy dura pero poco a poco lo fuimos llevando, al cabo de unos años ella empezó a empeorar y también nos dejó. La tristeza hundió nuestros corazones, fueron dos pérdidas muy importantes en nuestras vidas, aún sin haber superado estos malos tragos, la vida decidió darnos otro golpe, en pocos meses falleció la abuela. Esto ha dejado un gran vacío en la familia, pero ellos siempre estarán entre nosotros y cada vez que se recuerdan salen esos bonitos momentos que vivimos juntos que nunca se olvidaran. La vida te pone muchos obstáculos que tienes que ir superando y algunos con los que tienes que aprender a convivir.

FIN