Pobreza y sensibilidad

Desde bien pequeña me preguntaba porque mi familia y mis amigas o vecinos, teniamos coche, comida,un hogar y por el contrario  otras carecian de todo. Un dìa le pregunte a mis padres que significaba Unicef,  ellos me lo explicaron y tambien me hicieron ver que el mundo no era justo y estaba mal repartido…                                             Mientras en muchos paìses disfrutamos de muchas cosas en otros no conocen ni lo que es ver salir agua de un grifo o llevarse a la boca un pedazo de pan. A medida que fuì creciendo le  aprendì a dar màs valor a las cosas que tenìa.                                Con 9 años viví una experiencia icreíble y muy emotiva. Siempre iba los domingos a una iglesia preciosa y en la puerta había una anciana pidiendo limosna con su pañuelo de flores en la cabeza .Nosotros le dabamos algo de dinero y ella se mostraba tan agradecida.Un día cuando nos acercamos a ella se acordo que era mi cumpleaños y cual fue la sorpresa que me habia comprado una caja de bombones.Para mi fue un detalle maravilloso sobre todo viniendo de una mujer que no tenía nada. Jamas olvidare aquella caja roja.                      Mi madre hizo lo posible por conseguirla una plaza en una residencia y cuando la tuvo la pobre anciana muriò…Otro detalle fue el de una anciana, Maria, que vivía en una casita sin agua mas que la que obtenìa de la fuente y la única luz de unas velas.María se acerco una mañana a mi hijo y le obsequio con una bolsa de caramelos.O la familia que se pasa el día recogiendo metal y periòdicos y cuando le doy ropa y juguetes me da las gracias mil veces.Es terrible la situacion de pobreza que hay sin ir mas lejos en nuestro propio país.                         Todavía recuerdo un mendigo que solicito un bocadillo en una tienda y el encargado le dijo que se fuera.Yo que estaba allí le pedí dos bocadillos y el encargado extrañado me dijo dos! a lo que conteste yo que si, uno para la persona que acabas de de enviar a la calle .Disfrute viendo como se lo comía.                Me alegro que existan asociaciones y comedores sociales junto con voluntarios que consiguen que muchas personas tengan un plato de comida diario. Pero queda mucho por hacer y por desgracia cada segundo muere un niño en algún lugar de hambre y el mundo no deberia consentir esto…