Sin estar libre de pecado…Tiro la primera piedra.

Sin estar libre de pecado…Tiro la primera piedra.

Padre nuestro que estás en el cielo Santificado sea tú Nombre;Venga a nosotros tu reino: -Porque este se desmorona. Intervenga y gobierne a la humanidad, para que vivamos unidos-Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: -Y que esta sea con igualdad de condiciones y de oportunidades-

Danos hoy nuestro pan de cada día: -Una vida digna; Un techo para dormir; Una esperanza de futuro-Perdona nuestras ofensas: -Involuntarias: Por encontrarnos en una encrucijada con opciones limitadas-Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: -Que sus egos se manejen con sutileza y consideración-No nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal: -Que nuestra mayor riqueza sea la felicidad y el Amor-

AMÉN: -Así sea-

Padre nuestro que estás en el cielo:

  Aunque esté en todas partes, puedo a veces sentirle pero,  no consigo verle.  Últimamente tengo la mente algo turbia, lo cual me impide meditar y conectar con usted. Como habrá podido observar, de algún modo, las frases de mis  oraciones empiezan a extenderse. Quise probar con las nuevas tecnologías: con SMS, incluso por el “WHATS”,  pero desconozco su número. Decidí probar con el «FACE», con la esperanza de que navegue por  mi muro algún día. En esta ocasión, quisiera hacerle partícipe de una de mis tropecientas inquietudes o preocupaciones… Con su permiso, me explico: 

  Normalmente, en cualquier empresa, se comprueba rutinariamente la elaboración de un producto, mediante rigurosos controles de calidad. Me da la impresión de que, desde que el proyecto de vida en la Tierra empezó, ha faltado algo de ese control de calidad, tan necesario para conseguir los objetivos deseados. -Podría ser que alguna información se extraviara con el paso de los tiempos o que algún mensaje se distorsionara con fines personales e individualistas. También podría ser, permitiéndome algo de sentido del humor: que estén padeciendo el peso de la crisis por ahí arriba y hayan tenido que prejubilar alguno de sus Arcángeles-

Mi humilde observación es la siguiente:  Pienso que está bien dejarnos como comodín el libre albedrío, a pesar de tener que edificar nuestras propias vidas a partir de criterios impuestos desde nuestra infancia (algunos justos y otros no tanto), sometiéndonos a unas duras pruebas, en el lento proceso de nuestra madurez -Una vez alcanzada esta, se nos despierta la necesidad de conocernos interiormente, para poder afrontar lo que nos queda de vida con la mente clara y visualizar, melancólicamente, cómo nuestro mundo «podría» haber sido perfecto-

  …Pero, miro a mi alrededor y no le veo… ni a sus mensajeros…

Veo a tres mundos paralelos en un solo planeta, continuamente enfrentados. Aun siendo el mismo, lo han subdivido  designado suertes distintas para quienes en él habitan:

Veo personas caminando por la calle cabizbajas, preguntándose a sí mismas el porqué, habiendo seguido el mismo proceso de nacer como cualquier otro ser humano, se ve en la encrucijada de no saber si tendrá algo de comer al día siguiente; si sus hijos tendrán dónde dormir la semana que viene o qué futuro podría esperarles el resto de sus vidas.

Por otro lado, veo personas que aún teniéndolo todo, nunca es suficiente: Van de compras para vestir las últimas tendencias “fashion”; al gimnasio para verse guapos/as, conducen coches caros; frecuentan restaurantes chic… -Demasiado ocupados para mirar hacia “abajo”-

Luego, veo a los que se encuentran en medio, sumergidos en una acrobacia a ciegas diaria, coordinando ágilmente el equilibrio para conseguir lo que tienen “los que lo tienen todo”, sin caer dónde están “los que les falta de todo”. 

Muchos pensarán: «Mala suerte», en el primer caso; «Se lo han ganado» en el segundo o,  «Sigue ahí, aguanta, no te detengas» en el tercer caso. Y yo me pregunto: ¿Se han ganado el qué?,  ¿Mala suerte?, ¿Sigue como… hacia dónde?…

-¿Por qué en este «experimento» no hay lugar para que todos vivamos dignamente?… ¿Que le ha ocurrido a la igualdad de oportunidades?… ¿Por qué se nos somete desde el nacimiento, desde el momento en que nos sacuden el trasero haciendo que dejemos caer las primeras lágrimas (de muchas que dejaremos caer a lo largo  de  nuestras vidas), a un sistema selectivo que nos sitúa en uno de esos tres mundos? 

-Solo unos pequeños grandes ajustes nos hubiesen ahorrado llantos innecesarios-

No me entusiasma la teoría -cambiando de creencias-  de que estamos de paso por esta vida para aprender, como si de un buque escuela se tratase; Ni que tengamos que arrastrar, según las religiones dhármicas, el Karma de encarnaciones anteriores, purgando las acciones de anteriores vidas;  Ni que sean exagerados los matices en la dualidad del yin y el yang  -“los opuestos, no deberían ser tan radicales en algunos aspectos”-  No me parece justo el no tener nada, o el tener que caer en la nada,  para saber lo que es tenerlo todo, o viceversa; No me parece justo estar en la miseria, en la pobreza, para saber lo que es la opulencia…o viceversa.

  Padre nuestro: Entre mis tropecientas inquietudes y/o preocupaciones, se encuentra otro detalle digno de atención: Creo no equivocarme si afirmo que debería llevar a cabo un «control de calidad» lo antes posible, con el cual, sin necesidad de una segunda opinión, se dará cuenta de que el » Ego», entre otros detalles, necesita algunas pinceladas de modestia – Le aseguro que, desde que el “proyecto” empezó, no le ha traído buenos resultados-

 No es por nada, pero muchos han pasado por la escuela de la vida y se han marchado ya, «teóricamente», a un mundo mejor. Tristemente se nos concede un número limitado de años para que, después de la infancia, pasando por una madurez y desperdiciando una vida basada en falsas creencias, nos demos cuenta, ya en la vejez, de que nuestra oportunidad de plena felicidad ya ha caducado.

¿Cuántos años, siglos, o encarnaciones, hacen falta para que se eliminen detalles tan negativos? Solo entonces estará satisfecho de su “proyecto” y se confirmará que este tenía un buen fin…. No es cuestión de pan para hoy y hambre para mañana, se trata de que hay hambre hoy y la seguirá habiendo mañana, de no corregirse tales imperfecciones.

Sr. Dios, le pido de todo corazón que elimine tal patología social: ya verá usted que todos, repito, “todos”, seremos dignos de su «Reino», a la vez de evitarnos un gran número de años luchando en un constante estado de incertidumbre.

De no ser posible, o no depender de usted, le ruego que, si puede dedicarnos un poco de atención -a sabiendas de que en este universo seguramente hayan muchas imperfecciones que corregir-  pudiera al menos enviarles alguna señal a todos los dirigentes mal intencionados y contagiados por el » Ego», y persuadirles de que dejen de sabotear su «proyecto».  Dentro de lo que se nos permite conocer de este universo, es lo más bello que se le ha ocurrido a usted emprender. A pesar de mis desacuerdos, sigo creyendo firmemente en usted, quizás en mi mismo, y en todos los seres de este planeta, por eso confió en que todo se arreglará…con solo unos pequeños ajustes.

…Tiro la primera piedra: la tiro en el camino de la pobreza y la exclusión social, para estas lacras tropiecen; para que se caigan y, al levantarse, tomen un nuevo rumbo hacia su extinción.

Perdóname Padre si he pecado entre estas líneas, quizás no haya logrado entender aún su mensaje, ni cuál es en realidad nuestra misión en su proyecto.

  P.D. Podría «añadir foto»,  pero, viendo que no le han puesto al corriente, no quisiera entristecerle con imágenes de éste proyecto que, en algún momento, cayó en manos equivocadas…  No solamente me ilusionaría que le diera al «Me gusta» si entrase usted en mi “Muro”: Siento una necesidad imperante de que «lo comente» para que yo pueda «compartirlo» y que, entre todos, podamos hacer de éste un mundo justo, próspero, sin distinciones  y sobretodo… feliz. J

 

Juan Carlos Millán

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