Algunos amigos, los más cercanos me dicen que ¡ya es tiempo!, que es hora de consultar a un profesional, por supuesto que los ignoro o solo les respondo, ¿para qué? Yo soy así y así seré. Eso es verdad, soy tan terco que sé que de ninguna manera acudiré con alguien para que aleje de mí lo único que me queda, ¡mi pesimismo! ¿Qué les ha hecho pensar que debo ser de una manera diferente?, ya hay muchos optimistas caminando por ahí, plenos y felices. Los optimistas están de acuerdo con el mundo que les toco vivir, con la vida que les toco vivir, con la gente que les toco compartir, y yo no. Yo no pienso como ellos yo no creo en un mundo mejor, en que los tiempos futuros serán mejores, y mucho menos creo que la gente puede cambiar tan solo con intentar cambiar el chip al ver el mundo desde otra perspectiva. Me enferman todas esas terapias de autoayuda que pregonan los optimistas a más no poder, Definitivamente no, !no lo hare!, yo estoy bien así, jamás engrosaré las filas de los optimistas.
Yo me refugio en mi soledad en esa visión triste de las cosas, y considero que nada va ser mejor, al contrario solo pienso en gente, instituciones y gobiernos, que solo están interesados en sus propios beneficios, sin importarles a quien se lleven por delante. Con esta forma de ver las cosas he ganado muchas animadversiones; pero me pregunto: ¿Qué acaso no tengo derecho a pensar así? , ¿Porqué habría de pensar diferente? Si el pesimismo me motiva, no hay nada del lado de los optimistas que realmente me llame la atención, y lo mejor de todo: sé que no estoy equivocado. Al fin y al cabo cada quien su vida ¿no?.
No sé porque quieren cambiarme , si muchos se han beneficiado de mi forma de ser, si no fuera por mí pesimismo y suspicacia, mi hermana Martha aún estaría casada con Juan y aún estaría portando eso voluminosos “homo-cuernos”, lo malo es que Martha nunca reconoció mi aportación, aun me ve con ese reproche intrínseco de que gracias a mi perdió su matrimonio. Fui yo el que le dijo que sospechaba que su querido esposo se acostaba con su compañero de trabajo, fue gracias a mi comentario que se decidió escudriñar en los archivos de su marido y descubrir la evidencia concreta de aquella traición. Eso me llena de orgullo y en realidad no necesito ningún reconocimiento, suficiente satisfacción sentí cuando vi la cara de Juan después de que Martha lo mandará al carajo, ¡qué lindo fue quitarle esa sonrisa de hipócrita optimista!.
Cuando todos se enfocan en el resultado yo me enfocaba en el anti-resultado, gracias a mi muchos pudieron ver la forma en que no debían hacer las cosas, todo eso fue gracias a mi pesimismo. Desconfío de todo de absolutamente todo, gracias a mi pesimismo, puedo descubrir hasta el más diminuto problema de seguridad en los sistemas.
Si, soy un cyberhaker, ético por necesidad y por falta de valor, ya que a veces sueño como todos los de mi calaña hackear el portal de la Nasa, entrar al Banco Nacional y robar millones de pesos de las cuentas, o poner en jaque a la defensa nacional; pero no, soy pesimista pero miedoso, que caray es el colmo de mi mala fortuna.
Soy osco, burdo, nada cuidadoso en los cánones sociales, pero aun así no soy antisocial, ya que me gusta la gente, me gusta verlos sufrir con mis comentarios hostiles, no me gusta fingir, el sarcasmo me enferma, solo soy cruel sin engañar, si alguien me pregunta por su apariencia, yo le digo “terrible” y comenzó a reír, eso no quiere decir que sea sincero, solo lo digo por molestar, ¿no sé porque aún conservo algunos amigos? ¿serán masoquistas?, o será que se aprovechan de mi, roban mis conocimientos, no se la verdad ´pero lo único que sé es que aunque sean realmente amigos con buenas intenciones, yo nunca los voy a ver así. Mi pesimismo y mi tristeza me lo impiden, prefiero verlos como buitres al acecho, prefiero quererlos así.
Cuando estaba muerto accedí a él, él me salvó, me dio un mundo en que era permitido ser como soy, el mundo mas democrático en el que hay lugar para todos, desde los que escriben notitas rosas llenas de absurda obsesión feliz, hasta los que como yo solo encontramos en la virtualidad esa paz tan somera pero real. El dios tecnología me ha apoyado a encontrar mi camino, gracias a él soy algo, no alguien, solo algo. Eso lo supe al instante cuando mis manos tocaron el primer teclado, desde ese momento supe lo que quería hacer, no había duda, seria parte de ese mundo en que la verdad se confunde con la mentira donde la realidad es virtual y lo virtual es realidad, aquí sobrevivo, no necesito nada mas, solo un teclado una pantalla táctil, toco al mundo con una interface de cristal y eso me entristece y me motiva a seguir. Soy un loco de esos que se requieren para que otros los optimistas puedan vivir su sueño, yo los protejo.
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