Yo no me puedo quejar para nada, una chica normal que lo tiene todo: buenos amigos,escuela, casa, comida y sustento; sólo un pequeño defecto que me gustaran demasiado las redes sociales con esto me refiero a Facebook, claro. Y es que de verdad me parecía increíble estar ahí todo el día, compartir fotos, jugar y platicar con mis amigos, pero nunca me imaginé las consecuencias de estar en un medio así  la mayor parte de mi tiempo sin relacionarme realmente con las personas.

No sé que me pasaba pero prefería estar ahí con mi celular que hablar, muchas veces mis amigas se alejaron de mí porque yo ya no quería salir y porque no hablaba más que del internet, los memes y todas esas cosas que se inventaron. Ese fue el principio, luego fue empezar a desplazar mi realidad, había muchas cosas de las que no me enteraba o de las que no me quería enterar. 

Mi mundo cómodo se empezó a desmoronar, mis papás se estaban separando y ya casi no me hacían caso, el dinero empezó a escasear, mis calificaciones en el colegio bajaron, pero yo seguía teniendo internet y facebook que era lo más importante. Con el tiempo, dejé de ir  a la escuela porque no podía pagar la colegiatura y me la pasaba más tiempo conectada, casi no salía de mi casa porque me daba pena que me vieran pobre. 

En una ocasión un chico guapísimo apareció en mi facebook, supuestamente conocía a muchos de mis amigos y decidí agregarlo. El chico fue realmente un consuelo para mí, porque él no me catalogaba ni me decía nada de porque no iba a la escuela, sabía de muchas cosas sobre mí y también le platiqué que mis papás andaban raros, él me tranquilizaba. Después de algunos días de estar chateando, él me invitó a salir, quedamos de vernos en un parque que estaba cerca de mi casa.

El día de la cita, yo estaba super nerviosa, me puse mi mejor ropa y toda la cosa, ya no sabía que más arreglarme pues tenía muchísimo tiempo que no salía. Por fin salí a conocerlo, mientras iba de camino hacia él ya le había mandado mensajes, pero todavía no habíamos hablado.Mi sorpresa fue mayúscula cuando lo conocí, no era él… No al menos el de la foto de facebook. 

Él se acercó a mi  y comenzó a hablarme, pero yo no podía articular ninguna palabra. De mi boca no salían palabras sólo un sonido parecido al de un ave… Me quedé un momento con la boca abierta, tenía tanto tiempo que no hablaba con nadie… Él había empezado a tocar mi mano y yo me avergoncé tanto que eché a correr con todas mis fuerzas.

Llegué a mi casa agitada, mi mamá ya estaba ahí haciendo las maletas,  y yo confundida… Hasta que por fin me dijo: -¿Qué te pasa, de dónde vienes tan agitada?-

No pude responder en ese momento porque alguien tocó la puerta, yo corrí a esconderme, hasta ese momento pude hablar al teléfono de emergencias y gritar ayuda. Obviamente era demasiado tarde, el chico sabía muchas cosas de mi, de mi familia y no venía con buenas intenciones. Él en realidad quería secuestrarme…

Los doctores y psicólogos que ahora me tienen en recuperación, dicen que mi repentina falta de habla fue debido al impacto del secuestro, yo lo sigo negando, porque había dejado de hablar desde mucho tiempo atrás, desde que el Dios Facebook se había adueñado de mi vida…

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS

comments powered by Disqus