HACIA UN ACTIVISMO VITAL

 

Si algo nos enseñan la ciencia y tecnología hoy en día es a tratar de establecernos en una suerte de multitarea. El paradigma de la especie humana actual por excelencia resultará pues de aquell@s que, lejos de enfrascarse en la rigidez de lo experimentado con anterioridad, aprenden a generar, mediante un constructo interdisciplinar, una visión global. Esta creación interna implica una lectura crítica constructiva y una creación activa de pensamiento, que conforman y producen una vivencia individual experimentada desde la esencia de saberse universalmente únic@. Conductor@s de nuestro propio destino en cuanto a especificidad y generador@s de realidad desde la colectividad. La toma de conciencia implica a su vez la asunción de la empatía como principio básico transformador. Aprehendemos del entorno, de aquel que nos ofrece una visión, una adecuación y una adaptación mejor al medio. En esta dinámica de planteamiento, del mismo modo que el activismo no es un fin en sí mismo,  sino un medio de información, canalización, sensibilización y concienciación, el asamblearismo presencial o cibernético, como herramienta de horizontalidad, tampoco lo es.

¿Cuáles son estas nuevas vías? ¿Cuál sería entonces la idea? ¿Qué supone esta asunción?

El espectro es amplio y debe abordarse a su vez con amplitud. Trasladando la problemática a tod@s y cada un@ de l@s participantes, con la interiorización de la actividad como nuevo paradigma, adoptándola como actitud vital. Cada activista no debe esperar la transformación exterior o el cambio ajeno, sino al contrario debe resultar intrínsecamente paradigma de cambio. Entendámos entonces la identificación del activismo como postura vital no sólo desde una perspectiva política, sino abarcando todos y cada uno de los ámbitos naturales de nuestra existencia. Así pues lo personal e íntimo, l@s hij@s, la pareja, la familia de origen, los círculos sociales de ocio así como los laborales, han de resultar a los ojos activistas, espejos de transformación y caldo de cultivo de cambio. Pero ¿a qué tipo de cambio nos referimos? ¿con qué objeto? Planteamos un cambio de consciencia con objetivo global  basado en la transformación de la reacción en acción creativa, constante y continuada, desde la No violencia activa, la Inclusividad y por supuesto incidiendo en la horizontalidad y transparencia como pilares de esa transformación.

Si cada un@ de nosotr@s emprende este viaje descubriremos entre tod@s, más allá del arcoíris, el color de nuestos sueños.

DEL SHOCK HACIA NUEVAS OPCIONES

No se contempla, en toda su dimensión, la revolución de las tecnologías de información y comunicación (TIC), no hay confrontación de los diversos sectores de incidencia, ni estudios profundos sobre interrelación entre las partes. Sin lugar a dudas el uso apropiado de estas tecnologías incide, de manera determinante, en la modificación de aquellas “realidades” que, en el instante presente, resultan inadecuadas o inapropiadas para generar nuevas opciones o posibilidades reales de transformación.

El salto cualitativo y cuantitativo es de tal proporción en el uso de las TIC que resulta del todo desconocido actualmente a nivel institucional, tanto lo referido a su impacto económico, como aquello relacionado con niveles de introducción e implantación en usuari@s finales. Cabe destacar, en este sentido, la brecha abierta en cuanto a inclusión y exclusión social respecto a usos de determinados servicios (face, twit,…..) e incluso la conveniencia de establecer redes de información libre. A este respecto reseñar la pérdida de privacidad e intromisión en la intimidad desde el ámbito de la empresa privada.

¿Qué hacemos con el instante?

Trataremos pues de incidir en aquellos procesos de transformación con generación dinámica de respuesta viral. La brecha se abre en las TIC. Cada activista vital se ocupará y preocupará de establecer por tanto unas pautas formativas de conocimiento propio, así como unas informativas de difusión y sensibilización. Resultaría del todo conveniente “liberar” aquellos espacios virtuales extendidos socialmente (face, twit,….) y potenciar aquellos otros (n-1, toma la plaza, Virtual Pool, Propongo,……), con posibilidad de convertirse en plataformas de difusión viral. Cabe recordar que en una primera instancia los receptores somos tod@s l@s integrantes de la especie humana, y que cada suma equivale a incluir nuevas variables al constructo global. Surgen entonces dudas sobre la privacidad, intromisión y vulneración de las intimidades individuales, dudas que aquell@s usuari@s despejan al reconocer que estos derechos ya están siendo vulnerados, sistemáticamente,  por las corporaciones privadas que mercadean con aquellos datos susceptibles de comportar beneficios económicos. Es decir, en este sentido, la inclusión de datos privados estará sujeta a secreto única y exclusivamente viable en aquellas redes de comunicación y socialización de carácter libre y no supeditadas a otros intereses. De ahí la importancia de Lorea u otras plataformas que proporcionen software libre. Gracias al uso y potenciación de estas plataformas y las ya existentes la viralidad en determinados rangos de edad puede llegar a incidir prácticamente en la totalidad de la población, por ejemplo en el intervalo de 14 a 24 años en el que su uso es masivo. Hemos de recordar e identificar el carácter informativo, de sensibilización y concienciación individual como objetivo previo hacia la búsqueda del colectivo (el bien común).

El activismo en sí mismo ofrece hoy por hoy la toma de conciencia y la transformación, en base al cambio de estructura socioeconómica con el abandono progresivo de la fórmula piramidal, hacia la horizontalización, inclusión y transparencia de todos y cada uno de los procesos y estructuras humanas. Hacia un bien común con base en la no violencia activa y la solidaridad entendida desde el respeto.

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