La madrastra

Un día quise “salvar el Mundo” y convine o combiné que la mejor manera era matando a mi madre. Hasta ese momento yo no había matado nunca a nadie. Mi mente decía “debes hacerlo” , mi otro cerebro decía “pero eso es inconcedible” . El corazón sólo latía acelerado viendo el partido de pin pon entre ser muy buena y ser buena gente. Matar a mi madre era ser muy buena en mi “Misión”,misión vital, social,histórica y cósmica. Con tan pequeño crimen el Mundo iba a ser un remanso de paz. Todo dependía de mi valor.

La razón esgrimida por mi cerebro asesino era que el camino del Bien era el del Amor. Dado que hay seres que son incapaces de tal sentimiento si se los eliminaba aunque fuera a machetazos quedaría un resplandeciente mundo de idílicos seres amadores. Y , bueno, pues mi madre al parecer era mi mejor ejemplo de persona “no amante”.

Las razones de mi otro cerebro eran las que se supone puede tener la mayoría de la gente:matar no es de recibo, asesinar es cosa de gobiernos. Claro pero es que yo soy el Gobierno , soy la nueva Líder mundial y todos pueden enterarse de mis actos y mis palabras por lo que yo llamo “lectura de pensamiento” , que es unidireccional. Lamentablemente yo no puedo acceder a las demás mentes de modo telekinético, sólo las mentes de las personas que aman están conectadas a la mía. La mía que es lo mejor que ha podido producir la madre naturaleza, una antena parabólica de pensamiento y sentimiento de la mejor calidad emitiendo para toda la galaxia. Quizá yo provenga del espacio exterior, y ésta que quiero matar no es mi madre. Pero no , debo ser humana :si no nada tiene sentido para los humanos. Además el acto criminal contra la propia madre, como una Electra de nuevo cuño implica una simbología sagrada. “Es como el mito” vomito una y otra vez mientras deambulo por el pasillo pensando que si no mato a mi madre qué puedo hacer…porque hay cierta sensación de urgencia , como si de mí dependiera el curso de la Historia y no es propicio en estos casos sentarse a zurzir calcetines y ponerme a dormir sería mayor crimen que dejar vivir a mi señora madre.

Debían ser las dos de la madrugada, mi madre dormía con mi padre en la cama de su dormitorio,este era el mejor momento para el crimen pues apenas podría ofrecer resistencia en su estado de inconsciencia. Mi padre iba a notar mi presencia, con un poco de suerte me ayudaría. Segura estaba de que mi padre, gran amador, “leía” mi mente y estaba al tanto de mis disquisiciones: podría ocurrir que colaborase o que dejara a su pequeña samurai trabajar en solitario y luego me aplaudiera con las orejas. Pero siempre cabía la tercera posibilidad : que me estuviera equivocando y que él me hiciera volver a mi cuarto.

Así que ahí estoy :con las manos alrededor del cuello de mi querida madre,la cual hace un ruidito que despierta a mi padre y enciende la luz. – ¿Qué haces? -dice mi padre con cara de sorpresa (por lo que deduzco que no está al tanto de la “Misión”)-Nada , un susto-. Por alguna extraña razón esta respuesta tranquiliza a ambos. Puede que mi padre esté al tanto pero esté disimulando .-Duérmete aquí si quieres- dice mi padre.Mi madre no parece tan asustada. Si mi padre quiere que me quede en su cama como cuando tenía cinco años sólo puede significar una cosa:él va a ayudarme si lo reintento. Esta vez tendré que apretar más fuerte. Vuelven a apagar las luces,pasan unos minutos donde apenas dudo un poco pero finalmente me lanzo con toda mi fuerza hacia ese cuello que traerá la paz en el mundo. Esta vez la sacudida es feroz, mi presa grita con fuerza, yo alcanzo a decir “Muérete” porque no soporto más tener que estar matando, matar es muy complicado. Mi padre se abalanza sobre mí y termina con mi suplicio de tener que ser asesina y con el de mi madre que pasa un rato diciendo “dios mío,dios mío” y tratando de recuperar el aliento . Mi padre me mira a los ojos, yo le miro pensando muy fuerte “¿Esto no es lo que tenía que hacer?”con la esperanza de que me “lea la mente” . Él me abraza y le veo llorar por primera vez en mi vida. Algo me dice que eso no es teatro, la he cagado de verdad.

El ogro

Los otros son amenazas constantes. Tienen cuerpos y palabras, pueden herirte doblemente. ¿Me permitirán existir,respirar,danzar junto a ellos? Tengo miedo,miedo atroz a sus espinas, miedo a un desconocido que se cruza en un callejón y me agreda. Agredir es fácil,he comprobado. Tengo miedo del ser humano porque yo soy uno de ellos, y he querido matar. Las razones. ¿Qué importan las razones? He traspasado el momento de vértigo , he calcinado el escrúpulo de la inocencia y he sucumbido a las voces de mi interior. Las voces querían amor pero sólo podían ser odio,rabia,venganza. ¿Cómo habla el amor? Quiero saber cómo habla el amor, quiero encontrar esa voz .

Las hadas

Trabajar ocho horas recogiendo hojas no es muy divertido y menos en el mes de octubre cuando arrecia el frío. Imaginarme que mi vida iba a ser eso para siempre me parecía una tortura: trabajar, preparar comida y dormir. Era un trabajo duro físicamente, por mis adentros yo me repetía “esto es para hombres” cada vez que tenía que cargar con la sopladora de hojas que pesa casi como yo o cuando me pasaba el día entero cortando césped y al final no podía casi caminar. Recoger rastrillando las hojas puede parecer romántico en un principio o una actividad zen, el problema viene un poco después cuando toca cargar el saco de hojas a la espalda hasta la basura. Había pasado la primavera y el verano en este trabajo y lo había sobellevado con estoicismo y cierta alegría por ganarme la vida, dejando de lado mi vida social, mis aspiraciones o pasiones artísticas, mi vida en resumen. Pero llegado el otoño mis fuerzas eran cada vez más endebles, me costaba mucho hacer cualquier cosa que no fuera dormir. No tenía ánimo para cuidarme siquiera, asearme, hacer la comida. Debía venir un amigo que vivía cerca a darme apoyo moral. Su sola presencia me obligaba a levantarme de la cama. No podía seguir así. Me di de baja en el trabajo de jardinera, adios queridos castaños. Volví a casa de mi padre pensando que allí estaría bien cuidada, y con ganas de descansar y quizá hacer alguna actividad estimulante que me sacara del abatimiento y desgana existencial. Pero ni un solo día resistí el envite del tiempo. Los segunos eran minutos, los minutos horas, las horas días y la nada lo envolvía todo haciendose pesada,densa. En mi mente una única salida a la vista a esta exasperación: suicidio, suicidio, suicidio…desaparecer,deja de sufrir, dejar de ser. En la cima del dolor, el dolor que no tiene referente en el cuepo que es sólo un deseo de escapar del mismo cuepo veo una imagen:es mi padre,luego viene otra: es Javi , mi amigo inseparable. Me agarro a estas imágenes para poder asirme a la tiera, a la vida, me concentro en el recuerdo de mis dos seres más amados. Es la voz del amor la que me habla. Ahora la puedo oir. No puedo rendirme.

En las mazmorras

Un mes entero entre cuatro paredes para salir con la medicación regulada para sentirme más o menos eutímica , o al menos lo justo para no tener ideas de suicidio. En un psiquiátrico lo mejo es la hora de la comida y de la visita del familiar. Esta y otra ocasión que me suicidé mal son las dos veces que me han ingresado por depresión. Todas las otras por estado de manía. Por lo que siempe entro en el hospital creyéndome Dios o pensando que Dios me ha abandonado.-¡Pero si yo soy atea!.

En el hospital leí un artículo de un científico que iba a crear un dinosaurio con un huevo de gallina. Sé que hay cosas más frívolas pero cuando eres incapaz de encontrar un atisbo de energía y ves que otros trabajan por cosas tan esperpénticas no entiendes el sentido de la ciencia. -¡Van a crear un dinosaurio y no tienen el remedio de la bipolaridad!

Siempre me meten en el mismo hospital: consta de un pasillo del que salen las habitaciones de los pacientes y justo en el centro girando a la izquierda hay un cuarto de estar con tele y mesas que hacen de salón y comedor,pero girando la cabeza a la derecha (si vienes de la entrada del pasillo) te encuentras con el museo de la gente normal. Dentro de una mampara de cristal están los médicos y los enfermeros. Es como ir al zoo pero en de vez de mirar monos ves seres humanos sin problemas mentales…como para que veas el ejemplo y tomes nota . Quizá cuando te pareces a ellos un poco ya te dejan salir.

El psiquiatra que me atendía venía a verme cada par de días. -¿Qué tal estás?. -Pues pensando en Schopenhauer: “La vida oscila entre el sufrimiento y el tedio”. -¿Y no conoces otro filósofo?. -Ninguno tan acertado-.

La mejor actividad que encontré era jugar al ajedrez, lo hacía con el carcelero que ahora lo llaman celador, era un buen rival, lo curioso era el exagerado interés que él demostraba por ganarme sin consideración ninguna por mi estado de reptil humano. Aún así le gané muchas veces, me gusta ganar pero sobretodo me gusta jugar bien. La vez que más me alegré de ganar en mi vida fue la primera vez que gané a mi padre con ocho años con mis dos alfiles en la gran diagonal. La vez que más aprendí de una derrota fue jugando con un marroquí dedicaba a la jardinería, yo era pequeña y pensé que seguro que no era muy bueno, pues me dio una paliza.:de ahí concluí no subestimar nunca a nadie. Las sucesivas victorias o derrotas no significan nada. Cuando jugaba en un equipo de tercera y competíamos era importante porque hacía puntos para el equipo, pero lo que me atrae del ajedrez es el equilibrio entre fuerzas, que el juego esté igualado y si gano pues mucho mejor, me doy unas palmaditas en la espalda. Mi hermana si pierde, al menos antaño , daba un golpe al tablero lanzando improperios. A mí me da igual. Menos mal que tengo buen perder porque desde los veinte años no paro de perder: el mechero, los empleos, la paciencia, la cordura. Ojalá perdiera también la gordura. Los medicamentos te hacen ser oronda y no es muy agradable no poder llegar a hacer ciertas posturas de yoga porque tu inmensa barriga se empeña en poner distancias entre tú y tú.

Pero no todos los encierros son tan insoportables, en los que estoy en estado de euforia y una vez el delirio ha mermado un poco y ya voy dudando de mi divinidad puedo establecer contacto con los demás enfermos. En el primer ingreso tuve un romance con un yonki con el que cantábamos Extremoduro. Al salir del hospital mi madre no me dejó volver a verle, quizá fuera lo mejor. En otro ingreso el romance fue con un chico que sus padres no quisieron que me viera al salir en libertad. En otro ingreso me pillaron in fraganti con la polla en mi vagina de mi enamorado en su cuarto. Eran al menos cinco batablancas entre enfermeros y médicos que nos separaron como si fuéramos perritos traviesos. Pensaron que yo tenía erotomanía y que quería fornicar sin ton ni son, pero yo tenía otro plan:morir. Como veía que masturbándome no me moría, pensaba que es que tenía que hacer el amor con un humano para que se cumpliera la profecía y que quizá cuando llegara el orgasmo yo moriría pero serviría de sacrificio humano, estilo Jesucristo para que renaciera una nueva era en la Humanidad. Pero al paciente con el que más cariño recuerdo es a un señor de 90 años que lucía pelo y una piel tersa de bebé, se llamaba Luis. Su secreto de belleza era frotarse con limón, él no tenía ninguna enfermedad pero había intentado suicidarse ¡con 90 años!, él había intentado una eutanasia y por eso le trataban como a un esquizofrénico. Lo que sí es más escabroso es que quiso irse al otro mundo con su mujer. Ella era un poco vegetal, dependía de los cuidados de él pero claro ni él ni nadie debería tener derecho a decidir el último aliento de otro ser humano. Una noche dejó abierto el gas que fue a comprar a la gasolinera y cerró bien las ventanas y se fue a dormir. Pero llegó su sobrino y descubrió el invento y tuvieron que venir los bomberos y acordonar toda la manzana por peligro de explosión. Entiendo que si alguien quiere suicidarse porque considera que su vida ya ha acabado a los noventa años es del todo comprensible, y en parte entiendo que quisiera irse con su mujer si se supone que sin él ella no tenía cabida en el mundo. En vez de acusarle de asesinato el juez resolvió ingresarle en un asilo hasta que acabara sus días de causas naturales y con una orden de alejamiento a su mujer. En el momento que el sobrino le dio esta noticia en plena sala de la mazmorra yo no lo oí pero vi como Luis se desplomaba en el sillón absolutamente abatido. Sé que su plan secreto es volver a intentar suicidarse, me parece un final digno a una vida bien vivida como la suya. Yo le quería adoptar de abuelo, pero él no me dio pistas de su paradero. Yo esperaba que si hubiéramos seguido nuestra amistad habría tenido algún motivo para vivir. Los doctores esta vez me advirtieron no seguir las relaciones al salir del hospital.

El zapato mágico

Tengo que recodar los nombres de todas las personas que amé,que consideré amigos en cierto momento. Si lo consigo habré cumplido “la Misión”. Al menos esta vez nadie tiene que morir, voy haciendo acopio de nombres del pasado, del presente, nombres que a veces tengo que preguntar. Los he dicho ya casi todos, no puedo deja ninguno sin nombrar, los nombres de las personas que he conocido son la clave de mi existencia y por lo tanto la llave del Universo. Pero me falta uno,voy a fallar en mi cometido y va a llegar el Apocalipsis. Al final lo digo: ¡Mamen! Ella era el último nombre. Ahora ya los he dicho. He nombrado a los amigos y amigas. Pueden pasar varias cosas. Mi presentimiento es que ellos están haciendo lo mismo que yo, nombrar a las personas que son o fueron importantes para ellos, y que cuando todos los nombres estén dichos todos los que no fueron nombrados desaparecerían de la faz de la Tierra. En el Mundo quedaría una red de personas unidas por el sentimiento afectuoso. Era como la posibilidad de elegir un mundo con solo la gente que tú eliges y que te elige a ti. Pero no podías dejarte a nadie, si no el Acto no funcionaría. Aquí vienen algunos problemas: la gente que amas pero con la que conservas algún resentimiento por alguna cosa. Entonces intentas remediarlo y le das vueltas y vueltas para ver si esa persona merece el reino de los cielos o no. Algunos se salvan , otros no, a otros les llamas en plena noche y les preguntas :-¿Te acuerdas hace tres años cuando…? – Pero eso ahora a qué viene.. Y de resultas de estos trámites sigues con el Juicio Final.

Los unicornios

Sé que me “leen” la mente pero no alcanzo a comprender cómo lo hacen. Los pensamientos son materia y energía. No tienen por qué estar enclaustrados en mi mente, deben ser como la luz viajando por el espacio. Ha debido de haber un salto evolutivo para que otros cerebros tengan un receptáculo para descodificar mis señales energéticas y aparte puedan tener sus propios pensamientos con el resto de sus cerebros. Yo me he convertido en la Voz , la voz del Cosmos, y ahora debo se prudente y pensar con claridad mientras invento-descubro el Camino que tenemos que seguir los humanos para evolucionar. Hay un sentimiento de Destino pero también existe el libre albedrío y la posibilidad de que la Mesías no consiga fundar el Nuevo Mundo.

¿Desde cuándo me “leen”? Puede que desde que yo me haya percatado de ello. Puede que desde siempre. Puede que la argucia que ha inventado la Naturaleza para traer Paz al Mundo sea eso: permitir a todos entrar en una mente humana, observando todas sus miserias y grandezas, siendo testigo de sus miedos, envidias, pasiones. Al fin y al cabo el Arte trata de dar constancia de la experiencia: lo de entrar en un ser humano, siguiendo directamente el curso de sus pensamientos sería la obra de Arte de la Naturaleza al alcance de todos(por lo que fenómeno natural o sobrenatural) y por otro lado una muestra de Cultura(porque soy una humana y como tal mi medio es la cultura). Puede que yo sea como Jim Carrey en “El show de Truman” pues eso : un true man o en mi caso “true woman” y entonces todo el mundo me conozca mejor que yo misma pues han estado presentes en todos y cada uno de mis sentires, pensares y pesares a lo largo de mi vida. Y puede que mi vida no sea más que una obra de teatro cuyo fin sea mostrar un ser humano al desnudo. Desnudo integral.

La manzana envenenada

“El sexo siempre conlleva violencia” me decía un amigo. Tiene razón, el sexo en el nuevo mundo estará extinguido, es el único modo de mantener la paz. Eliminar la tensión sexual nos dará mucha energía y dejar de practicar el coito acabará con esa tradición animal de hacer chocar una parte del cuerpo de uno con otra parte de otro dando sacudidas. Lo que perdamos por no tener orgasmos lo ganaremos en ascender al Nirvana. Y de pronto pasa Dani, mi apuesto amante y me entran ganas de besar,achuchar y fornicar. Entonces dudo de querer hacer progresar a la Humanidad..

Si el sexo es para tener orgasmos lo mejor es masturbarse, así nadie “usa” a nadie. Pero yo tengo una visión un poco más espiritual : el sexo es para unirte en cuerpo y alma con alguien amado. Pues bien, este es un método arcaico que debemos superar para evolucionar como especie. A partir de ahora le escribes un poema o le dedicas un baile pero si copulas con tu amor es introducir violencia al mundo.

En una noche de insomnio en casa de mi novio de entonces me vienen unas imágenes de unos hombres prehistóricos que están alrededor del fuego y gritan “-Dejad de follar”

Pero hay un polvo que siempre me empeño en que hay que echar, aunque sea para morirme,cumplir con el mito de Electra y salvar el Mundo: tengo que probar a follar con mi padre. Si yo le quiero y él a mí ¿Por qué no podemos tener sexo?, entonces voy y le pregunto que si quiere acostarse conmigo. Entonces me lleva a la mazmorra.

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