Hola, papá:
Como te prometí, aproveche estas vacaciones para visitar la ciudad amurallada.
Llegué muy temprano, antes de las 6:30 AM, creo que estaba muy ansiosa por saber cómo era la ciudad que dio origen a nuestro apellido. Todo estaba cerrado así que estuve vagando un rato hasta que se me congelaron las ideas y me metí a un café donde me sirvieron unas yemas, dulce lugareño muy recomendable especialmente con chocolate.
Como a las 10 me subí al tren turístico y mientras escuchaba las hazañas de Teresa de Ávila no podía dejar de pensar en otra Teresa, en mi madre, a quien tú siempre bromeabas diciendo que la hiciste santa el día que te casaste con ella.
Si cierro mis ojos en esta ciudad fría y milenaria, sólo te veo a ti y a mi madre. ¿Sabes, pá? aquí no está el origen de nuestra familia, de nuestro apellido tal vez, pero no de nuestra familia.
Después de comer una espléndida ternera estoy lista para regresar, pero no solo a Madrid sino a nuestra tierra.
Con amor.
Tu hija
Para: Álvaro Ávila, México, D.F.
De: Fabiola Ávila, España.
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